Ministro Peirano con el BalanceCultura
Padecemos la visión “de cultura nadie se muere” y de un “sector cultural” marginado del debate público. Es tiempo de candidatear.
El pasado 11 de enero, Luis Peirano, Ministro de Cultura, recibió una copia del «Informe Preliminar» del #BalanceCultura 2012 realizado en 8 ciudades del Perú (como miembro de culturaperu.org y mascultura.pe, participé como coordinador en Arequipa). El documento puede ser descargado libremente y en los próximos días se entregará el informe definitivo con copia a gobiernos locales y regionales.
Se pretende reformular tradiciones democráticas, como dice el informe:
Los organizadores, las asociaciones y redes que impulsan esta iniciativa reconocemos que el Balance Anual es un primer paso en un largo de proceso de aprendizaje y organización social para lograr prácticas de evaluación colectiva cada vez más efectivas y maduras. Pretendemos que esta iniciativa inicie debates, y se considere material útil para la reflexión sobre la situación actual de las políticas culturales en nuestro país. De igual manera, estamos conscientes que la visión “desde afuera” de la institucionalidad pública es parcial (como lo es la que viene únicamente desde adentro) y esperamos que esto lleve — en un futuro cercano — a la organización de espacios de encuentro y de trabajo más orgánico para que sociedad civil y el Estado colaboren de manera más efectiva hacia el fortalecimiento del sector en su conjunto.
Esta acción política no partidaria, como otras similares, tiene una amenaza. No incluir, ni generar las “bases ciudadanas” sintonizadas con la relación cultura-desarrollo mantendrá la situación que sufrimos. Esto también va para los que tengan intenciones de constituir «partidos culturales».
Si queremos a La Cultura como candidata, tenemos que considerar al vecino pragmático y contribuir a que las nuevas generaciones no piensen con esquemas que la menosprecien (para contar con una ciudadanía informada y exigente en estos temas) y es un reto cuyos frutos tardaremos en notar. Si nuestra única estrategia para captar simpatizantes consiste en convocar a quienes les gustó el recital o muestra que organizamos y esperar a que, de esa minoría, se unan a la acción, es un actuar iluso e insostenible.
Cada reunión sobre incidencia en políticas culturales se complica por las obligaciones que debe atender cada ciudadano que no ha logrado que su trabajo en cultura sea sostenible, este círculo vicioso dificulta la búsqueda de propuestas para el cambio. Incluso del universo de quienes lograron la sostenibilidad, la mayoría está desinteresada o decepcionada de la política. Le puede interesar, puede comentar, pero la acción exige mucho y lo vale. Incluir, por ejemplo, a colectivos estudiantiles, de todas las vocaciones, en la evangelización por la cultura es importante.
En el #BalanceCultura participaron organizaciones que son Puntos de Cultura o que se plantean participar en dicho programa. La posibilidades que generan estas nuevas colaboraciones son dignas de aprovechar.
——
PD: Definición de Puntos de Cultura (cuyo programa proyecta una serie de necesarios impulsos).
Se reconoce como Punto de Cultura a toda organización, asociación o agrupación artística sin fines de lucro de la sociedad civil, que desarrolle y/o promueva iniciativas en los más diversos campos, tomando el arte como herramienta principal para el desarrollo de capacidades en las personas y como generador de cambios en el entorno de sus comunidades para contribuir a una mejor calidad de vida.
Los Puntos de Cultura son unidades básicas nodales que no tienen un modelo único de gestión, instalaciones físicas, de programación o actividades, pero que tienen en común el objetivo de llevar desarrollo a sus entornos comunitarios a través del arte. Los Puntos de Cultura se articulan en una amplia red de intercambio, reconocimiento y socialización de experiencias que promueve el Estado a través del Ministerio de Cultura.
Esta columna se publica bajo una Licencia Creative Commons Atribución 3.0 Unported