Aguas y luces

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foto ecopolis 25 marLa Organización de Naciones Unidas – ONU colocó en agenda para esta pasado 22 de marzo la celebración del Día Mundial del Agua; casi coincidente con la iniciativa lanzada por la World Wildlife Fund – WWF para participar en la denominada “Hora del Planeta”. Lamentablemente, ambas celebraciones de índole ambiental no parecen haber logrado tanta acogida como el dramático lance futbolístico con los de la estrella solitaria. En un país donde el fútbol y la farándula siguen acaparando el espacio mediático, no extraña tan pobre cobertura para asuntos de relevancia mayor.

Para el tema del agua, aquí en la ciudad se llevó a cabo hasta dos eventos casi paralelos. Uno fue organizado por SEDAPAR -al cual tuve la suerte de ser invitado como panelista-  mientras el otro se llevó a cabo en el Paraninfo de la UNSA convocado por la Autoridad Nacional del Agua – ANA, a través de la Autoridad Administrativa del Agua Cuencas Caplina-Ocoña.  Lo interesante es que en ambos eventos se han llegado a importantes conclusiones coincidentes, como la de elaborar una agenda del agua basada en cinco aspectos fundamentales como son a) Cantidad, b) Calidad, c) Oportunidad, d) Cultura del Agua y e) Adaptación al Cambio Climático y Eventos Extremos.   Demás está explicar de qué se trata cada uno de estos aspectos, siendo lo cardinal el hecho de saber que el agua dulce será –en los próximos decenios- un recurso cada vez más difícil de poder acceder, por lo que desde la óptica urbanística, se hace necesario rediseñar conceptos de ciudad de cara a una nueva realidad marcada por importantes limitaciones de producción de agua potable, así como de urgentes innovaciones para tratar efluentes y evitar devolver al río aguas contaminadas. Una ciudad que toma agua de su rio –como Arequipa- y luego lo ensucia con sus propias excretas no debería llamarse ciudad sino otra cosa.

En cuanto a “La Hora del Planeta”, creo que fui el único en el barrio en apagar las luces. Por mi ventana observaba muchas otras ventanas iluminadas y me preguntaba si acaso tiene sentido aunarme a ésta confusa “hora loca”, habida cuenta de haber sufrido en lo que va del mes, hasta dos apagones de casi una hora. Me preguntaba si acaso no podrían ir a cuenta de las próximas “horas del planeta” las horas de los apagones ya sufridos y por sufrir?  Habrá una forma de reconocer a Arequipa como una de las ciudades que mas horas nocturnas se las ha pasado a oscuras? Lo cierto es que debido a limitaciones técnicas en el Sistema Interconectado Sur, los apagones volverían a nuestras vidas por un tiempo –que esperamos sea muy corto- y con ello Arequipa podría ser uno de las ciudades que más horas aporte a “La Hora del Planeta”. Pero, con tanta inseguridad y delincuencia pastando en la ciudad -como Pedro en su casa-, quien querría andar a oscuras por una hora? Habrá entonces que inventar otras formas de darle un respiro al planeta. Particularmente preferiría el “Car-free Day” o “Día sin auto”, obligando a desempolvar patines y bicicletas.

Al final, el “Día del Agua”,  el “Día de la Tierra”, el “Día sin auto”, la noche “Sin luces” (o la “Hora del Planeta”) y otras más, son celebraciones que deberían concluir en una acción permanente y personal de cada quien y no esperar a que cada año nos recuerden sobre aguas y luces.