ART LIMA Y PARC

desde mArte

Desde Marte- art Lima

Después de visitar Art Lima (Feria Internacional de Arte) y Parc (Perú Arte Contemporáneo) ambas –ferias- realizadas del 25 al 28 de abril, en Lima, me queda una sensación agridulce que, para nada, se compara a la ingestión de lo mejor de la cocina china. Asistí a la exaltación del mercantilismo aplicado al arte y volví a ver a mi-nuestro centralizado país reflejado en ambos eventos, en uno más que en el otro.

Fui con las ganas de encontrar en ambas sedes, lo mejor de la representación de la producción artística peruana contemporánea dentro de las artes visuales y lo que hallé fue una selección de artistas limeños o radicados en Lima, en su mayoría, entregados con voracidad a reciclar material de la obra de artistas internacionales, vistas directamente (presumo que en Galerías y Museos extranjeros), en Internet o en catálogos. Poco fue lo realmente original y sentidamente impactante.

Debo confesar que no soy ninguna especialista en arte contemporáneo y que mis conocimientos sobre arte en general distan mucho de los de un erudito en el tema. Sin embargo, en los recientes 10 años he cultivado el placentero interés por ir educando el ojo y estableciendo conexiones entre la producción artística contemporánea, sobre todo en Latinoamerica, Norteamérica y Europa. Además, los cursos sobre Gestión Cultural en el extranjero y los hechos a distancia, sobre curaduría, me han permitido explorar los muchos y consistentes vínculos del arte con la realidad a través de disciplinas como la antropología, la sociología, la historia, las comunicaciones y otros campos. Un arte descontextualizado, vacío y de adorno, no me motiva. Lo siento.

Entre esos vínculos y la urgente “contextualización” poco evidente en las propuestas artísticas, sentí como un baldazo de agua fría el “stand-artístico” del Ejército Peruano, en Art Lima, vecino del de Micromuseo, liderado por Gustavo Buntinx (quien, a propósito, prometió escribir sobre el tema). ¿Qué hacía el Ejército Peruano promocionando sus acciones en una FERIA DE ARTE?

Respecto a la representatividad del arte peruano contemporáneo, debo decir, con tristeza, que de Arequipa solo vi una obra de Nereida Apaza, en Art Lima, en el área de “Iniciando colecciones” (justo en la que se produjo la censura a la obra de un artista español, muy comentada en las redes sociales), y las de Ramiro Pareja y Ricardo Córdova, en el stand de La Galería, en Parc. Tres tigres, sí, cuyo trabajo respeto, también, pero insuficientes para hablar del arte arequipeño actual.

Art Lima me pareció edulcorada, y lamento afirmarlo así de directo porque respeto y estimo a Christian Bendayán, Carlo Trivelli y Edward Venero, tres de los integrantes de su organización. Quiero pensar que por tratarse de “la primera vez” quisieron hacerla fashion y mediáticamente exitosa como la LIF-Week, como armando terreno para la próxima (ojalá se alejen de influencias militares que recuerdan episodios de la nefasta etapa fujimontesinista). De Parc, además de algunas obras, me interesaron los conversatorios, aunque nunca precisaron por qué se hablaba de arte contemporáneo peruano cuando debió hablarse de arte limeño contemporáneo… ¿Será que fui con expectativas de Bienal a las ferias?