Sangre y fuego entre carpetas

La Revista

pistoleroEl siete de octubre, a las 9:30 de la mañana, apenas el estruendo del timbre anunció el cambio de hora, los alumnos del segundo “C” del colegio parroquial San Martín de Porres debían entregar una reseña histórica sobre “el teatro de las sombras” o la técnica de proyectar sombras sobre un fondo iluminado; el curso: arte; el profesor: Luis Surco; casi, casi un veterano al que en sus más de 15 años de labor hubieron de tocarle audaces palomillas, más nunca antes, un torpe pero vehemente, “pseudo-pistolero”.

Aquel día el bullicio de las carpetas desacomodándose por el tránsito de decenas de adolescentes se apoderó del salón. “Estaba a punto de revisar la tarea” narra el profesor, mientras retrocede unos pasos y cambia de postura constantemente, quizá por cierto nerviosismo o porque “todavía sigo sensible por lo que pasó ese día”.

La detonación Cuando Surco se disponía a revisar la tarea, es decir, cuando todos se encontraban inmersos en el imperturbable cotidiano escolar, el estruendo de una detonación removió cada rincón del salón y, con ello, el ánimo de los adolescentes. De inmediato, un rumor generado entre carpetas señaló…

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