Zoila Vega, escritora sin saber cómo ni por qué

Resacas
a propósito de la mención honrosa que obtuvo en el premio Copé

Escritora y música Zoila Vega

Este es el título con el que Zoila me envió el cuestionario resuelto, el mismo que envié a Augusto y a Luzgardo por aquello del Copé. Conocí a Zoila hace algunos años en la casa de un amigo, cuando aún no había sorprendido a media ciudad con su innegable talento como narradora. Recuerdo que le hablé hasta los codos sobre Brahms (no se debe acordar de mí, suelo ser olvidado a los cinco minutos); si entonces hubiera sabido que la guapa y encantadora mujer sentada a mi lado era nada menos que la Directora de la Orquesta Sinfónica y musicóloga experta, estén seguros que le habría hablado menos sobre Brahms y más sobre los bocaditos…

¿Cuál es el título de tu novela y el seudónimo que elegiste?

Zoila Vega: Mi novela se llama Teclas, y la envié bajo el seudónimo de Cristófori, el inventor del piano.

-¿Tenías ya pensado enviarla al Copé?

ZV: Quería enviarla al Copé desde la edición anterior, pero me ganó el tiempo, así que una de las promesas de año nuevo fue “este año la mando al Copé”. Cumplí.

– Cuéntame sobre tu proceso de escritura.

ZV: Constante aunque desordenado. Una historia toma forma en mi cabeza y muchas veces demora hasta dos años en empezar a plasmarse en el papel. Escribirla en sí puede tomar un año, corregirla uno o dos años más, sumémosle que a veces escribo en simultáneo dos o tres cosas, según mi humor, las lecturas que esté haciendo, importa hasta la presión atmosférica, absoluto caos. Estoy exagerando. Trato de escribir todos los días, pero escribir no es sólo poner las palabras en el papel sino revisar lo que se ha escrito o documentar lo que se necesita. Se escribe a diario. A veces no me alcanza el tiempo y me da remordimiento de conciencia.

– ¿Sobre qué va Teclas?

ZV: Seis pianos de Arequipa cuentan sus historias. Algunos todavía se pueden visitar y escuchar en las salas de concierto de la ciudad. Se entrecruzan anécdotas, biografías, tragedias, alegrías y esperanzas. Todo sirve de pretexto para hacer un recuento de la vida social, cultural y política de la Arequipa de los últimos cien o ciento veinte años.

– No es primera vez que obtienes un reconocimiento, ¿afecta esto tu escritura?

ZV: La primera vez, cuando gané el premio BCR con Cápac Cocha, me afectó y mucho, hasta el extremo de que durante más de un año no pude escribir. El premio me tomó por sorpresa, porque yo siempre escribí para mi propio solaz (y el de mis padres) y de repente, verme lanzada al centro de la atención y que me lean otras personas, es como salir a tocar un concierto sin ensayar lo suficiente. Pero tuve que aprender que esa atención no tenía nada que ver con el trabajo de escribir. Aprendes de los elogios y de las críticas, sí, pero no puedes asustarte tanto que te quedes paralizado. Mi novela Acuarelas fue la que me “desatascó”, y para mi alegría sacó una mención honrosa en el Premio de Novela de la PUCP en 2009. Desde entonces no he tenido problemas.

– Este año tres arequipeños han obtenido reconocimiento en el Copé. ¿Tu opinión al respecto?

ZV: La literatura arequipeña siempre ha sido rica, variada y de gran calidad. Ahora tenemos más acceso a medios de difusión, ediciones independientes, festivales, encuentros; hay mayor oportunidad de mostrar nuestros trabajos. Creo que los arequipeños tenemos ahora mayores oportunidades a nuestro alcance y hacemos bien en aprovecharlas.

– ¿Algún nuevo proyecto literario o artístico?

ZV: Siempre. Estaba escribiendo una novela y ahora estoy en tres. Espero terminarlas algún día… Tengo varias novelas en el congelador que sigo corrigiendo. 

-¿Se puede vivir de la literatura?

ZV: Sí, sobre todo hay que tener un buen agente que te consiga buenos contratos editoriales, etc. Sí se puede. Todo se puede.

– ¿Cómo incentivar la lectura en los niños?

ZV: Eso lo consiguen los padres, los tíos, los abuelos, sentando a los niños en su regazo y leyéndoles, o leyendo ellos mismos y dándoles el ejemplo, mostrándoles que el leer es una alternativa interesante de entretenimiento y conocimiento a la vez. Llevándolos a recitales, obras de teatro, ferias y festivales del libro, asociando la lectura con los mejores recuerdos de infancia.