La lluvia marcó el inicio del 2013 y posiblemente también marque un húmedo final. No obstante, la primera precipitación del año fue más bien una lluvia de huevazos y basura, luego que el Consejo Directivo del Congreso aprobara mantener el incremento del bono de representación de los congresistas. Gracias a esa jugada, este bono aumentó de 7 mil 500 a 15 mil 600 soles, con lo que, en total, los padres de la patria empezarían a ganar 30 mil soles desde inicios de año. La decisión pegó en la yema del disgusto en la población arequipeña y un sector más violento estrelló su indignación en las oficinas congresales.
La incursión sirvió para constatar que muchas de las oficinas en Arequipa permanecían cerradas y apenas atendían un par de horas por las tardes, como el caso de la oficina de Marcos Falconí. Sus instalaciones se llevaron una buena porción del disgusto…