Nota del Editor El siguiente texto es una colaboración del alcalde de Cayma, Oswaldo Muñiz, integrante de la Junta de Accionistas de Sedapar, quien junto al alcalde de Miraflores, Germán Torres, promovieron una revisión del tema logrando un acuerdo en ese sentido, aunque aún nada esta dicho, en este juego de grandes intereses.
Antecedentes:
La ciudad de Arequipa necesitaba y necesita tratar las aguas servidas que vienen contaminando el Río Chili de manera urgente y eso es deber de la empresa Sedapar. La minera Cerro Verde necesita y necesitará mayor dotación de agua (escasa) de la que ya tiene, para ampliar sus operaciones. Sin agua no puede ampliar sus operaciones y, como consecuencia, tampoco sus ganancias.
Sedapar y Cerro Verde, al identificar que tienen intereses complementarios, deciden negociar intereses y regularlos a través de convenios (acuerdos). Luego de las negociaciones, ambas empresas firman un Convenio Marco, con autorización de la Junta de Accionistas de Sedapar, mediante el cual la Minera Cerro Verde se compromete, entre otras cosas, a financiar la construcción de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales “La Enlozada” pudiendo a cambio utilizar el agua tratada para ampliar sus operaciones mineras. Pasa el tiempo y se firman cinco nuevos convenios específicos, sin conocimiento de la Junta de Accionistas de Sedapar, al margen de los extremos del Convenio Marco y solo con autorización del Directorio de Sedapar. En medio de una crisis interna los convenios específicos salen a la luz y algunos alcaldes, los medios de comunicación y una buena parte de la sociedad civil arequipeña denuncia que los convenios específicos lesionan los intereses de la empresa de saneamiento y, por ende, de los usuarios de Arequipa. Dicho en otras palabras, acusan que las negociaciones favorecieron grotescamente a la minera Cerro Verde. Ante ello, la Junta de Accionistas de Sedapar (léase Alcaldes de Arequipa) y la representación de Cerro Verde, vuelven a negociar y acuerdan como solución la firma de un sexto convenio específico. No obstante, algunos alcaldes, los medios de comunicación y la sociedad civil arequipeña sostienen que la solución propuesta no basta y que quedan pendientes tres puntos importantes, a saber: quién y por cuánto tiempo financiará la operación y funcionamiento de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, si la Minera Cerro Verde pagará o no por el agua tratada que utilice; y si el aporte dinerario de la Minera Cerro Verde será o no deducida del pago de impuestos de la dicha empresa.
¿Qué aconteció en la última Junta de Accionistas de Sedapar?
Los alcaldes de Sabandía, Alto Selva Alegre y Municipalidad Provincial de Arequipa luego de darse lectura a la carta de respuesta de la Minera Cerro Verde a las interrogantes formuladas líneas arriba, sostuvieron que todo estaba claro y regulado en el convenio marco y los convenios específicos y que, en consecuencia, no era necesario seguir tratando el tema, tampoco aprobar nada y, menos, firmar otros convenios. Llegaron a afirmar que la carta decía lo que no decía: que la Minera Cerro Verde se obligaba a financiar por 29 años la operación y mantenimiento de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales, además, a pagar por el uso del agua tratada en la planta. Es más, intentaron, con el apoyo de la mayoría de alcaldes, pasar al segundo punto de la agenda sin acuerdo alguno. Ante ello nos negamos a pasar al siguiente punto de la agenda e hicimos ver que el contenido de la carta no era claro y que, a lo mucho, era una oferta de la Minera. Sostuvimos que aun siendo cierta la interpretación que –arbitrariamente- le estaban dando, esto tenía que formalizarse a través de la firma de un nuevo convenio con autorización de la Junta de Accionistas de Sedapar. Presentes los funcionarios de Cerro Verde, se les invitó a participar con el objeto de absolver las incertidumbres y poder tomar una decisión más objetiva. Así, la posición de Cerro Verde fue la siguiente: Pagar el costo total de la operación y mantenimiento de la Planta de Tratamiento de Aguas Servidas por dos y no por 29 años. Al tercer año se optará entre seguir pagando por la operación y mantenimiento de la planta o se pagará por el agua tratada que se consuma (es uno u otro, no los dos conceptos a la vez) y que el aporte dinerario necesario para financiar la obra no será deducida del impuesto a la renta que le toque pagar a la minera.
Algunas conclusiones
La Minera Cerro Verde es una empresa y, como tal, su principal objetivo es obtener ganancias. Es en ese sentido, que evalúa el tema de La Enlozada y decide invertir, no porque sea una beneficencia, sino porque ve una oportunidad para solucionar su necesidad de agua para ampliar sus operaciones. ¿Podemos objetar ello? …pensamos que no. Es más, cada vez que se le ha pedido aclaraciones al respecto, han sentado su posición de manera clara. Así por ejemplo, ahora sostienen que no pueden asumir, al mismo tiempo, el costo de operación y mantenimiento de la planta y el pago por m3 de agua tratada “porque no les parece justo y porque no les resulta rentable”. Lo preocupante es que Sedapar S.A., siendo también una empresa, no ha sabido cautelar de la misma manera los intereses de la población a la hora de negociar con Cerro Verde. Lo preocupante es que, hasta este 27 de enero, varios alcaldes de Arequipa han venido actuando, por decir lo menos, de manera negligente y/o irresponsable en la defensa de los intereses de Arequipa. Lo preocupante es que la temeridad de algunos llegó al extremo de sostener que los que reclamamos lo hacíamos solo por protagonismo barato, que el pago conjunto de la operación y mantenimiento de La Enlozada y el m3 de agua tratada ya estaba regulado en los convenios ya firmados. Que en consecuencia no había necesidad de ningún convenio adicional. Tuvieron que ser los propios representantes de Cerro Verde los que enmendaran la plana a estos alcaldes que pretendieron ser más papistas que el Papa. Legalmente, la Minera Cerro Verde puede exigir el cumplimiento de los acuerdos contenidos en el convenio marco y en los convenios específicos. De la misma forma, puede negarse a negociar argumentando que los convenios ya firmados agotan el tema. Diferente hubiera sido si se hubiera negociado bien desde el principio, aun así, hoy sería diferente la situación si tuviéramos alcaldes que realmente estén dispuestos a defender los intereses de los pobladores de Arequipa. En fin, el tiempo dirá…