Vuelve la narrativa del escritor arequipeño Jorge Eduardo Benavides

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«Un asunto sentimental ¿Auto ficción o realidad?»

Perteneciente a la generación de escritores que no sucumbió frente a la violencia política de los años 80 y con una vasta narrativa del realismo urbano, Jorge Eduardo Benavides, escritor arequipeño y ganador del Premio de Novela Corta Julio Ramón Ribeyro (2009) presentó el 1 de abril su última novela denominada Un asunto sentimental en el auditorio de la PUCP de Lima.

El texto ha sido considerado como unos de los mejores libros de narrativa por el diario El Comercio. La mesa de presentación estuvo presidida por Cecilia Esparza, profesora del departamento de Estudios Generales – Letras y Jorge Eduardo Benavides, el autor.

La visita del autor de La noche de Morgana a la capital de la República se tornó más grata por el reencuentro con su trayectoria, pues si bien su obra literaria empezó a fines de la década del 80′, la internalización de su narrativa se dio a conocer a inicios del siglo XXI, con su primera novela: Los años inútiles (2002), luego vendría El año que rompí contigo (2003) y Un millón de soles (2008), textos que posteriormente formarían parte de una trilogía política, según mencionó Esparza.

Las siguientes producciones literarias, los talleres de narrativa, así como los numerosos premios en su haber, rescatan su figura de la literatura arequipeña, nacional e internacional -incluso desconocida para los mismos arequipeños-. Pero es el diálogo de su narrativa con el público la que converge en esta nueva muestra literaria.

Un asunto sentimental es una novela donde las historias de Albert Cremades, (del escritor Jorge Benavides) y de la singular Dinorah Manssur se erigen bajo una permanente interposición de realidad y ficción, más que estar delimitadas por un perfil amoroso.

Asimismo -y esto es un plus del género- se mencionan nombres como Fernando Ampuero, Santiago Roncagliolo, Mauricio Medo, entre otras figuras literarias, quienes como personajes desde el otro lado de la ficción, ayudarán a resolver el entrecejo de esta historia de intriga que puede ser verdad o ficticia.

De otro lado, cada capítulo de la novela se inicia con epígrafes falsos sobre la mentira, valga la redundancia. También está la narración de viajes que gira alrededor de doce ciudades, cuyas historias tienen un trasfondo cultural y mítico.

La política es parte importante de la novela pues es un elemento que de construye el contexto y el interés del autor. “En mi generación, la repercusión política es vital pues vivimos en un sociedad. Recuerdo que en España existían los pasotes, eran jóvenes que el intentar hablar de política no les interesaba, siempre respondían “paso”, es decir, eran un generación frívola y superflua”, acuñó el autor.

Sin embargo, Benavides señaló que el enfoque de la novela pretende ser cuasi-romántica, a través de las mentiras, sin decirlo necesariamente. Por ello el cuidado de no mencionarlo en el título como tal, sino como una cuestión de sentimientos, según afirma.

¿Auto ficción o realidad?

Cecilia Esparza indicó que son pocos los escritores que producen este tipo de género como César Aira, representante de la auto ficción en Argentina y que esta ambigüedad presente en la novela es un desafío y cuestionamiento para la misma ficción.

“La realidad tiene cosas que la ficción no admitiría”, es la réplica del escritor a través de la estructura de la novela, aunque mi nombre aparezca entre las líneas de la ficción, no hay relación completa con mi biográfia. Los personajes literarios son alegres, irrisorios, algunos son más exquisitos que en la realidad misma y esto surge como una ironía del libro”.

Finalmente agregó estar agradecido y apostó por el lema “Hay que escribir con precisión para pensar con precisión”…

(Por Giuliana Catari)