Facebook no vota en el Perú

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las redes y las eleccionesLa expectativa puesta en las redes sociales al momento de ir tras el electorado ha sido sobrevalorada.

En el Perú las redes sociales no son una ventaja electoral. Procesos anteriores demostraron que una fuerte presencia en línea no garantiza el éxito en las urnas. De los cuatro candidatos más votados en las últimas elecciones presidenciales, pasaron a segunda vuelta los dos con menos seguidores en las redes. Ganó el candidato con la menor presencia en línea. La última contienda electoral por la municipalidad de Lima repite la idea. La presencia de la candidata en las redes sociales no fue un factor determinante para su victoria. Si de cada cuatro hogares peruanos solo uno tiene internet, según INEI al 2013, y somos el país latinoamericano con más limitaciones para su uso y desarrollo, según el Boston Consulting Group, no se puede esperar que las redes sociales sean masivas e influyentes como se las promociona y asume.
Facebook no crece, engorda. Del 2013 al 2014 se incrementó en 25% el número de usuarios de Facebook en el Perú, según el estudio de Future Labs. Hoy son un poco más de 12 millones en esta red. Sin embargo, el director de la empresa a cargo del estudio, Víctor Lozano, advierte que Facebook ha disminuido el alcance orgánico en las páginas de marca (las que probablemente usen los candidatos) entre 45% y 75% desde finales del año pasado. Al aumentar la cantidad de usuarios -el tráfico- las noticias publicadas se entrampan y pierden alcance. Si se quiere más visibilidad, ahora hay que pagar. Pero los candidatos prefieren invertir en el típico merchandising electoral o en publicidad para los medios tradicionales. Para la mayoría de los candidatos, la apuesta por el ciberespacio está condicionada a su gratuidad y tiene como principal indicador, acaso único, el número de seguidores.
En el ámbito nacional, la campaña electoral más exitosa en Facebook respecto al número de seguidores fue la que tuvo a cargo la Alianza por el Gran Cambio el 2011. Los seguidores de este partido, liderado por PPK, rozaron la barrera de los 300 mil. Más del doble de adeptos que su más cercano rival electoral. Se hablaba del fenómeno de los PPKausas y el gran empuje desde las redes sociales a esa campaña. Sin embargo, ese poco más de cuarto millón de seguidores se diluye al lado de los 19.6 millones de votantes a nivel nacional para esos comicios, según ONPE. Menos del 1.5% de electores, asumiendo que todos sus seguidores puedan votar y lo hagan. Entonces, se puede asumir que un candidato presidencial promedio cubriría el 1% del electorado con gran esfuerzo.
Otro aspecto que inutiliza al Facebook para buscar votos, es la ausencia de contenidos y mensajes exclusivos para este entorno. Los equipos de campaña limitan su uso a la réplica de noticias y contenidos producidos para otros medios y al acompañamiento del día a día de la campaña tradicional. No hay una estrategia electoral exclusiva para esta red u otra red social. Las maneras de bombearle vitalidad a la cuenta en Facebook del candidato pueden ser tan absurdas como sortear entradas al cine o polos entre los que den like a “los 10 puntos contra la corrupción”, volante repleto de letra diminuta que nadie leerá pero tendrá cientos de likes vacíos.
En la próxima campaña de octubre y la del 2016 los candidatos tendrán que seguir peleando los votos en las calles, de la misma manera como los han buscado en las últimas décadas. El dinero grueso se lo seguirá llevando la televisión y los grandes paneles. Y el candidato tendrá que seguir comiendo cebichito de carretilla y cargando niños en los mercados. El espejismo de la presencia en Facebook como factor de éxito electoral seguirá motivando pasiones y egos, pero falta mucho por hacer en términos de infraestructura, acceso y estrategia para que las redes sean un factor determinante para acceder al poder político.