En medio de lágrimas y abrazos culminó la etapa de juicio oral en el caso de supuesta extorsión de Helen Aizcorbe y otros 4 imputados, en perjuicio del alcalde de Vítor Christian Cuadros.
En la audiencia realizada desde las 8 de esta mañana hasta las 4 y 30 de la tarde, se escucharon los alegatos finales del Fiscal, Humberto Flórez Cáceres, así como de la procuradora anticorrupción, Susana Cervantes, quienes ratificaron el pedido de condena por los delitos de Extorsión (alternativamente Tráfico de Influencias), Concusión, Contra la Fe Pública y Asociación Ilícita para delinquir; cada uno con penas entre 6 y 13 años de cárcel y la reparación civil conjunta por un monto de 200 mil nuevos soles, a todos los implicados.
Ambos señalaron que estaba probada de manera suficiente la comisión de estos delitos y el perjuicio causado a la sociedad con el actuar de Helen Aizcorbe, Dyana Díaz, Katty de la Torre, Elder Llerena y Marco Zuñiga.
A su vez, los abogados de los 5 imputados solicitaron la absolución de todos los cargos para sus patrocinados, dado que no se habría acreditado algunos hechos afirmados por la fiscalía y, sobretodo, porque la calificación de los delitos no habría sido la apropiada al no concurrir algunos elementos para la tipificación correspondiente.
Al concluir los alegatos, los procesados hicieron saber su decisión de no hacer uso del derecho a la autodefensa, por lo que no existen etapas pendientes en el juicio oral y debe procederse a dictar sentencia.
Jenny Magallanes, magistrada que preside la sala, anunció que la próxima audiencia tendrá lugar el 29 de mayo a las 12 horas, oportunidad en la que se emitirá sentencia contra los 5 procesados.
Todos los acusados y sus abogados se estrecharon en abrazos y, previamente, el abogado de Dyana Díaz, Luis Castillo, no pudo contener las lágrimas al solicitar se ponga término al largo periodo de prisión que viene sufriendo su patrocinada, según dijo, por no existir pruebas suficientes contra ella.
Luis Alarcón, abogado de Katty de la Torre, Alfredo Arana, abogado de Aizcorbe y Joseph Trujillo, abogado de Elder Llerena, coincidieron en varios puntos de sus alegatos de defensa. Por su parte, Marco Zuñiga, abogado de su hijo del mismo nombre hizo saber que su patrocinado tuvo una intervención circunstancial al haber acudido al estudio de Aizcorbe, a pedir trabajo, sólo dos días antes de los hechos, ignorando los propósitos de su supuesta contratante.