Supongamos que Sinesio López tiene razón

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Supongamos que Sinesio López tiene razón, que la desaceleración económica por la que atraviesa el país encuentra en el “modelo neoliberal” y en sus representantes el origen del escaso crecimiento actual. Supongamos, también, que Sinesio López es equilibrado en su juicio al sindicar al “neoliberalismo” como fuente de la precaria ciudadanía que hoy se percibe. Finalmente, supongamos que Sinesio López acierta al condenar a la privatización por el desprestigio que le ha generado al estado, atribuyéndole la etiqueta de ineficaz. Si todo lo declarado por el sociólogo se ajustara a la realidad y el tenebroso panorama que nos depara esta “corriente neoliberal” socavara nuestro proyecto como sociedad integrada y equitativa, ¿qué modelo nos propone Sinesio López como alternativa a este “neoliberalismo” carnívoro y usurpador?

Nos propone seguir el camino de Bolivia, porque si para calificar de espurios los logros del “modelo neoliberal” que nos gobierna tiene que compararlo con el modelo boliviano, lo que nos está diciendo es que éste último es digno de imitar o seguir. Veamos, López señala que Bolivia, sin ser “neoliberal”, creció más que el Perú en el 2013[1] y que nosotros sólo lo hacemos en torno a la sostenida demanda internacional de minerales y los altos precios de las commodities[2]. Es cierto, Bolivia se acercó al 7% de crecimiento durante el 2013 y, claro está, fue uno de los que más creció en la región. Sin embargo, y lo que no aclara el ex director de la Biblioteca Nacional, es que este país, según la Fundación Milenio, sostuvo su crecimiento en la coyuntura favorable de precios en los mercados internacionales de materias primas[3] y que entre las principales actividades que tuvieron una repercusión positiva en su economía fueron las generadas por el petróleo crudo y el gas natural[4]. Es decir, a Sinesio López se le escapa el dato por el que países como Bolivia y Perú no se diferencian mucho en cuanto a las razones básicas de su crecimiento. Algo más, la inversión pública boliviana durante el 2013, según el propio ministro de Economía y Finanzas[5], tuvo un presupuesto de, aproximadamente, 3.800 millones de dólares, lo que aportó, indudablemente, al robustecimiento de su PBI; pero la economía peruana, durante el mismo periodo, alcanzó una suma de más de 11.000 millones de dólares en inversión pública[6], mostrando una mayor disponibilidad de recursos (directamente recaudados y los provenientes de la cooperación internacional) y una mejor capacidad de ejecución.

En el lenguaje de Sinesio López, si como “neoliberalismo” quiere decir capitalismo (un término ideológico frente a otro concreto), pues éste no invoca a las economías a sostener su crecimiento sobre las actividades extractivas o los recursos naturales, aunque su mera mención aluda al capital físico. El capital de los países industrializados y competitivos no está escondido debajo de la tierra u oculta entre las montañas, está en los recursos que provee la educación y el conocimiento, convertidos en investigación y tecnología, algo en lo que casi todos los países latinoamericanos nos encontramos rezagados. El aspecto que sí marca una gran diferencia entre Perú y Bolivia –y recurrentemente esta información es inadvertida por la izquierda estatista– es que en el Perú de hoy (no en el de la nefasta época reeleccionista de Fujimori) no se están tejiendo argucias políticas para interpretar antojadizamente la Constitución que permita a Evo Morales elegirse por tercera vez, a pesar del impedimento de su carta magna renovada por su propio régimen. Ese doble rasero de la izquierda para abjurar de las prácticas reeleccionistas en el poder, que no sean llevadas a cabo por sus parientes ideológicos, es una seña indiscutible de oportunismo y ética vaporosa. Esperamos, con expectativa, qué discurso ofrecerá Sinesio López cuando la economía boliviana se retraiga en los próximos años, en vista que el Banco Mundial ha previsto que su economía se desacelerará con tasas de crecimiento menores al 5%[7].

¿Qué otra alternativa nos ofrece Sinesio López? El velasquismo. La reforma agraria de Velasco produjo más ciudadanos que el “modelo neoliberal”, ha afirmado el sociólogo. ¿La reforma agraria, favoreció a los campesinos? Sinesio López así lo asegura. De ser así, ¿cuáles son las evidencias de tal radicalismo? Miguel Santillana, consultor de organismos internacionales y economista, con mejor perspectiva histórica, indica que el fin último (de la reforma) era alterar la propiedad de la tierra, fuente del poder económico y político de un grupo social, que nunca fue parte de una política de desarrollo a favor del campo ya que los proyectos de desarrollo rural integrado fueron dejados de lado casi desde el inicio del proceso[8]. Naturalmente, el objetivo principal de la mencionada reforma era político, a través del abuso de autoridad, consustancial a toda dictadura. ¡Vaya!, en este contexto, era posible, según López, construir ciudadanía mejor que ahora.

En un sistema de libertad económica el clientelismo político es prácticamente reducido, salvo casos aislados de corrupción, porque en un ámbito de libertad para contratar, invertir o transar y satisfacer necesidades ajenas, el estado no interviene como protagonista en el intercambio de bienes y servicios, de lo contrario, serían las influencias políticas y no las competencias en el mercado las que definirían el éxito de las negociaciones. Por supuesto, en regímenes en donde el estado dispone de la propiedad del sector productivo, la riqueza sólo podría favorecer a los aliados del gobierno mercantilista. Por ello mismo, el estado no ha necesitado ayuda de nadie para incrementar en la población esa percepción de ineficacia durante décadas de dirigismo económico. Dándose cuenta de ello es que, aunque tardíamente, hoy el gobierno ha lanzado una serie de medidas, insuficientes aún, que destrabarían la productividad y aliviarían en cierta medida a un sector de los contribuyentes.

Jean Francois Revel, dueño de una prosa limpia, sin trucos en las conjeturas y puntual con las acusaciones, manifestaba que entre los objetivos de la propaganda comunista, en auge durante la guerra fría, estaban el de proyectar una imagen embellecida de los países socialistas y una imagen opaca o lúgubre de los que no lo eran y, de otro lado, confundir a la opinión pública de los países no comunistas mediante la difusión de falsas noticias. La guerra fría ha terminado pero las técnicas del engaño y la confusión siguen muy activas, al parecer, con enredos como los de Sinesio López, que manipula conceptos como los de liberalismo y “neoliberalismo”[9] de una manera tan doctrinaria que más que críticas o reflexivas, sus explicaciones se acercan a los axiomas de alguna religión.

Twitter: @jorgeluisod

 

[1] López, Sinesio, Mitos neoliberales, La República, 12 de junio de 2014. http://www.larepublica.pe/columnistas/el-zorro-de-abajo/mitos-neoliberales-12-06-2014

[2] Ibídem.

[3] Azcui, Mabel, Bolivia presume de crecimiento económico, El País, Economía, 23 de agosto de 2013. http://economia.elpais.com/economia/2013/08/23/actualidad/1377272681_905998.html

[4]Imaña, Gabriela, El crecimiento económico de Bolivia se acercó al 7% en 2013, La Razón, Economía, 06 de marzo de 2014. http://www.la-razon.com/economia/crecimiento-economico-Bolivia-acerco_0_2010398984.html

[5] Ministro de Economía y Finanzas Públicas, Luis Arce Catacora.

[6] La ejecución de la inversión pública en el Perú mantuvo su dinámica en 2013 y, por segundo año consecutivo, alcanzó un nuevo récord con un monto total de S/. 31,310 millones, según el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). Inversión pública avanzó 20% en 2013, Perú21, 05 de enero del 2014. http://peru21.pe/economia/inversion-publica-avanzo-20-2013-2164279

[7] Banco Mundial ratifica elevado crecimiento económico de Bolivia, América Economía, Economía y mercados, 12 de junio de 2014. http://www.americaeconomia.com/economia-mercados/finanzas/banco-mundial-ratifica-elevado-crecimiento-economico-de-bolivia

[8] Santillana, Miguel, El Perú antes de la Reforma Agraria era mejor que el de ahora, Perúeconómico, 2009. http://perueconomico.com/ediciones/27/articulos/279

[9]Mezcla de alusiones muy notoria en el artículo Negocios libertarios publicado en La República, 29 de mayo de 2014.