Dicen tener respuestas a todos los problemas de la ciudad, pero apenas pueden enumerarlos coherentemente. Señalan poseer inmejorables atributos para ocupar el sillón municipal, pero no pueden demostrar capacidades mínimas para entender y descifrar qué es una ciudad, como funciona y para qué sirve. Prometen resolver los terribles males que aquejan nuestra ciudad con soluciones maduradas de la noche a la mañana, sin estudios ni investigaciones que las soporten. Ofrecen el oro y el moro, con tal de convencer al indeciso. Llenan de propaganda la ciudad aprovechando muros y postes de propiedad pública y privada, sin importarles el derecho a la propiedad privada a no ser tomada por asalto. ¿Postes? También son buenos. Anuncian formalizar posesiones informales desconociendo la propiedad del suelo, como ciertos sujetos incompetentes y desalmados en una provincia costera de nuestro departamento. Juran formalizar la informalidad vehicular, como si formalizar la informalidad sea la solución al problema. Por supuesto, no faltan los que prometen barrer calles, recoger la basura y sembrar árboles, como si se tratara de medidas extraordinarias e innovadoras. Los más despistados, a la pregunta de cómo resolver la inseguridad empiezan a detallar medidas que son rápidamente agradecidas por la delincuencia organizada, que ahora sabe qué lugares evitar y qué estrategias conjurar. O es que habrán oído a algún candidato cuerdo e inteligente responder que las medidas para combatir la delincuencia son reservadas y secretas? Cómo se podría ganar una batalla anunciando al enemigo cada movimiento? Es increíble como la ingenuidad y la incapacidad afloran en casi todas las intervenciones, entrevistas y declaraciones de la mayoría de candidatos en este y otros temas.
Es que, lamentablemente, hablan de todo menos de lo que tienen que hablar y guardan silencio ante lo que no deben callar. Firman un pacto de no agresión y cada intervención radial, periodística o cibernética en el social media es para agraviar y denigrar al oponente. No hay debate de ideas pero si, combate y golpes bajos. Su única manera de remontar es echando barro al más cercano, cual puercos a la hora de comer. Y para colmo, nadie sabe cuántos son y quienes son, pues cada día que amanece se va uno y viene otro, como nunca antes había sucedido en la historia electoral.
Bueno pues, aprovechando de la gentil invitación que me fue formulada –por tercer año consecutivo- para participar en el CARA 2014, daré cuenta de mis impresiones referidas a los candidatos que por allí se dieron cita, dizque para debatir y exponer sus planes de gobierno, algo que estuvo bastante alejado de la realidad. Debo confesar que antes de la primera intervención, una súbita dosis de optimismo me invadía tercamente; aunque tal vez haya sido una inocente combinación de esperanza y desazón sabiendo de antemano la filosofía de los aludidos candidatos. En fin, algo me decía que sus intervenciones no iban a soltar nada nuevo y espectacular, pero también esperaba un atisbo de locuras razonables, de esas que me hubieran hecho delirar y aplaudir hasta el cansancio. Las reglas impuestas por la organización fueron explicadas a puerta cerrada y tal como ocurre en algunos deportes de contacto, se les prohibió, entre otras malas artes, propinarse golpes bajos, insultos y jaladas de pelo. Tal parece, no se quiso escenificar nada de lo que se ve a diario en los realities de la TV barata.
El primero de ellos, Zegarra Tejada, se dedicó a culpar a administraciones pasadas por los 30 años de retraso en la gestión del transporte de la ciudad. No sabemos si en la cifra incluyó la cuota de retraso que le corresponde al no haber promovido el SIT durante su gestión. Indicó, erróneamente, que el tema de transporte tiene que ver con la vialidad. Si bien son temas interrelacionados, su estudio y gestión son aspectos independientes. El transporte se dedica al estudio de los desplazamientos y flujos de bienes, personas y vehículos; en tanto que la vialidad se dedica al estudio, diseño, construcción, señalización y mantenimiento de la infraestructura necesaria para el transporte. Error perdonable en cualquier candidato nuevo, pero no en uno que ya lleva buenos años en puestos similares. Continuó explicando que Arequipa tiene por primera vez un Plan Vial –“con ejes viales y anillos viales para descongestionar la ciudad y poder conectar el Este con el Oeste y el Norte con el Sur utilizando vías exclusivas y autopistas”, sic. Lamentablemente, la desconcentración de la ciudad no se logra únicamente con anillos ni ejes viales. Tampoco aclaró quiénes tendrían el privilegio de exclusividad en dicha vías; pues si piensa seguir privilegiando al automóvil particular frente al transporte público masivo estaríamos frente a un grave error que tiene que ser corregido a tiempo en su discurso político. Tal como adelantamos en el panel, las políticas de movilidad y accesibilidad deben estar acompañadas con políticas de usos de suelo para que las soluciones de transporte y vialidad tengan sentido. La propuesta del candidato, tal cual fue anunciada, peca de inconsistente, inviable y anti técnica. Luego preciso que el PDM se encontraba trabado por intereses personales, cuando en el fondo han sido intereses colectivos y ciudadanos los que han enfrentado la poca transparencia e idoneidad profesional con la que se trató de imponerlo. Finalmente dedicó palabras para explicar lo que ya se sabe sobre el SIT, pero sin aclarar cuál será su compromiso, real y efectivo, con metas a lograr. En ese sentido, nos pareció un discurso muy light y poco edificante.
Luego intervino Moscoso con su ya conocida perorata a favor de los taxistas, incluyendo la promesa de una licitación de rutas, sin tener la más mínima idea de su dependencia con la estructuración de un SIT. Sigue pensando que el ordenamiento del transporte se logra con licitaciones y setares. En cuanto al tema de desarrollo urbano, un grave error conceptual lo hizo prometer programas de vivienda, cuando corresponden a temas sociales y económicos. Difícil entender su coherencia y factibilidad cuando los programas de vivienda del estado están dejando el camino para su financiamiento bancario por parte del sector privado, motivo por el cual un programa municipal de vivienda es simple demagogia. Y claro, hablar de 400 millones sin sustento es como pintar la luna de azul. En tal sentido, su discurso y su postura nos revelo ideas muy etéreas y gaseosas.
Finalmente intervino el Ing. Rivera quien repitió hasta el cansancio la necesidad de humanizar el transporte. Concordamos con la idea, pero también hay urgencia en la necesidad de humanizar el espacio público y la ciudad en su integridad, incluyendo el transporte. Hablo de la creación de un ente que gestione el transporte, sin precisar si se trataría de una Autoridad Autónoma del Transporte Urbano o una repotenciación de las gerencias de Transporte y Circulación Vial que ya existen en la MPA. Hablo de modernización de la flota vehicular, cuando ese paso es obligatorio para el SIT, tanto para el eje troncal como para las alimentadoras. En cuanto a la flota privada, se ve que Arequipa esta en ese camino según las estadísticas de ventas de vehículos nuevos, por lo que ya no es necesario plantear nada al respecto. El propio mercado ya se está encargando de facilitar la modernización vehicular. Su intervención dejó grandes vacíos en cuanto a la matriz energética y su compromiso con el SIT, aunque sugirió la necesidad de incrementar la densidad promoviendo el crecimiento vertical.
En resumen, ninguno convenció y todos, más bien, dejaron un sinsabor en la contundencia de sus aspiraciones ediles, lo que nos deja la opción de buscar alternativas entre los que no figuran en los rankings, que dicho sea de paso, tienen sus bemoles. Seguiremos indagando en una mejor opción?