“De no mediar inconvenientes, el Gobierno tomará una decisión en diciembre o enero del 2015” declaró el director de proyectos en el sur del Ministerio de Transportes y Comunicaciones, Carlos Rivera Picardo, confirmando una nueva dilación en la definición del tema.
En días previos, el alcalde Alfredo Zegarra anunció que ya se había definido que el sistema elegido era el monorriel pero que tendría una variación de ruta para no afectar el Centro Histórico lo que, sin embargo, no ha sido admitido por el gobierno nacional que dilata, una vez más, una decisión debido a misteriosos estudios inconclusos desde hace más de un año, cuando apareció la alternativa del monorriel y generó rechazo en algunos sectores e instituciones.
Quizás, quizás, quizás
Aunque no es admitido oficialmente, todo parece indicar que el gobierno dilata la decisión debido a la oposición que ha generado el anuncio de la ejecución del monorriel, cuya variación de rutas recién se va a estudiar con la llegada de técnicos de Lima en los próximos días. Realizan los estudios, la consultora española Delloite y ProInversión.
Así también, el ultimátum del alcalde Alfredo Zegarra, luego de conocerse su victoria para un segundo periodo en el gobierno municipal, cayó en saco roto. La reunión “de definición final” con el ministro de Transporte, José Gallardo Ku, consistió en convocar una nueva reunión en el plazo de una semana, la que nunca se realizó. Una verdadera mecida.
Ahora el vocero del MTC, Carlos Rivera, pone un nuevo plazo y, por enésima vez, se puede constatar que la solución al caótico transporte público en Arequipa, después de 4 años, está en fojas cero.
Al parecer, el gobierno nacional, desde la época del ministro Carlos Paredes, tiene una decisión tomada que consiste en: primero, tomar las riendas de un tema que es de competencia municipal, bajo el ofrecimiento de financiarlo; y segundo, imponer un monorriel ofrecido por la empresa brasileña Queiroz Galvao, condicionando los fondos ofrecidos a esta alternativa.
En la última visita a la ciudad del presidente Ollanta Humala, preguntado sobre el tema, manifestó que el gobierno “está juntando plata” para cumplir el ofrecimiento de financiarlo, pero reiteradamente no ofreció ninguna definición, ni de plazo, ni de sistema. En cambio habló una vez de falta de estudios definitivos, algo que se viene escuchando desde el año 2011 en que el alcalde Zegarra, recién electo, solicitó al MTC financiar el SIT y se sometió a sus fueros a cambio de obtener un financiamiento directo que, 4 años después, no se ha concretado y se sigue dilatando.
NO ES VIABLE
Por su parte, conocidas las declaraciones de Zegarra la semana pasada, el Colegio de Arquitectos emitió un pronunciamiento manifestándose en contra de la alternativa del monorriel por ser “inviable e inaceptable”.
Según el comunicado, no hay salida posible pues “la construcción del tren aéreo malograría el Centro Histórico y, si su recorrido es periférico, perjudicará a los usuarios. En el primer caso, se generaría una barrera visual frente a los monumentos, lo que afectaría la declaratoria de Patrimonio Cultural de la Humanidad de Unesco.
De otro lado, si se evita pasar por el Centro Histórico, esto generaría un doble gasto en los pasajeros que deben llegar a la zona céntrica que aún concentra la mayor parte de actividad comercial y de servicios.
Además señalan la desventaja de contar con solo 14 paraderos, lo que desatendería varias zonas importantes y el costo mayor del pasaje urbano, sobre cuyo subsidio hay total incertidumbre.
Se calcula que el monorriel requiere una inversión de mil 200 millones de dólares y su recuperación implicaría un costo del pasaje mucho mayor al que está acostumbrado a pagar la población.
Alberto Llerena, decano del Colegio señaló que los buses o un tren ligero superficial, son más eficaces, puesto que se puede contar con más paraderos y no impactan la arquitectura monumental, como se puede verificar en muchas ciudades del mundo que tienen esas características.
La espera continúa.