Las puyas de uno y otro lado sazonaron el debate que transcurría entre la improvisación de los «equipos técnicos» y la ausencia de novedades.
Los espectadores coincidieron en afirmar que ambos candidatos habían mejorado su nivel expositivo y su manejo de escena en el auditorio de la Universidad San Pablo.
Jóvenes, ambiciosos y preparados, lucían los candidatos que, sin embargo, no logran persuadir del todo a un electorado principalmente escéptico.