Luzgardo Medina, ese poeta maldito

La Revista

Hace dos años tuve el placer de entrevistar a Luzgardo Medina. Ese mismo día tuve el privilegio de convertirme en su amigo. Y digo privilegio, no por que Luzgardo fuera un hombre de pocos amigos, si no, más bien, porque Luzgardo ere ese tipo de amigo que todos quieren tener. Hoy que ya no está, todos lo extrañaremos, todos somos menos.

Comparto con ustedes la entrevista que le hice en esa ocasión, aquella que me permitió conocer a este poeta que, para muchos, también fue un maestro. quería empezar preguntándote por el COPE.Muchas veces se dice que el premio ha sido mezquino contigo. ¿Tu sientes eso, crees efectivamente alguna vez te ha sido negado injustamente? No. Siempre he dicho que desde una última mención honrosa, cualquiera hubiera podido ganar el concurso. El hecho de estar entre los 10 o 20 finalistas, para mí, debe ser honroso. De verdad y si el juzgado ha ponderado ubicarme allí (Cope de bronce) está muy bien, ¿No? Es una muestra de que estas muy cerca de la meta. Aun cuando no hay, expresamente, un termómetro de calidad que te diga “Este sí es mejor que el otro” es una señal, nada más. Ahora, la justeza en el arte no existe. Es solo criterio subjetivo de quienes califican…

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