REPORTAJE. La corta historia de la foto montada y la larga historia de odio que surgió en Cocachacra por Tía María

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Julio Angulo, el sábado 18 a las 9:00 p.m, cubriendo la liberación del dirigente antiminero, Jesús Cornejo, en las afueras de la Corte Superior de Justicia de Arequipa

El antes pacífico y bucólico pueblo de Cocachacra, vive hoy probablemente el peor momento de su historia. Una profunda división entre su población donde ha germinado el odio, ha envilecido a buena parte de sus habitantes. Antes de operar, el proyecto Tía María ya les ha contaminado el alma. La ambición, de dinero y poder, la desconfianza y la injusticia social, han degenerado en un conflicto irreconciliable, donde los atizadores son el gobierno nacional y su falsa percepción de que se puede imponer algo que una parte de la población rechaza de manera inexorable. Tres reconocidos periodistas, un dirigente, y pobladores comunes, han sucumbido ya bajo la ola del lodo, como en las legendarias historias de codicia y muerte en la búsqueda del oro. Los cadáveres ya son 4. ¿Vale este costo la inversión prometida?

Julio Angulo Delgado es un reportero gráfico reconocido en Arequipa. Además del diario El Pueblo, por varios años trabajó para la edición regional del diario La República; y cuando se abrió una oportunidad en la edición semanal de El Comercio-Arequipa, pasó a trabajar para el Decano, junto a otros colegas del mismo diario, aparentemente alentado por una mejor oferta. Su carrera profesional estaba en la cumbre, ¿cómo terminó aquí?

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En otro video, se capta al fotógrafo a rostro descubierto, lo que conmovió a la prensa arequipeña.

El auspicioso inicio de la edición sabatina de El Comercio-Arequipa no resultó rentable como hicieron pensar a los mandamases capitalinos las engañosas cifras del crecimiento económico arequipeño. A pesar de tratarse del diario más antiguo del Perú, la economía local no respondió como se esperaba y hubo una reducción de personal que lo afectó a él y otras dos colegas, una de las cuales acabó trabajando para la empresa Southern.

Así, desde octubre de 2014, Julio pasó a ser fotógrafo free lance, aunque su principal contratante siguió siendo el grupo El Comercio. Carlos Zanabria, corresponsal del diario en Arequipa, confirmó que el día de la «siembra», Angulo estaba trabajando para ellos. El informe sobre el primer fallecido y los enfrentamientos que se suscitaron en el puente Pampa Blanca salió con sus fotos.

Julio descubrió entonces el lado bueno de los trabajadores libres, con talento y contactos. A diferencia de la mayoría de sus colegas, míseramente empleados, él prestaba diversos servicios bien remunerados, como a Promperú y, por lo menos esta vez, a la empresa Southern.

¿Por qué Correo y no El Comercio?

Una vez hecho público el video en el que se descubre que la foto que encabeza esta nota de Correo es un montaje para inculpar a un humilde agricultor, hacerlo portar armas caseras y registrarlo en flagrante condición de «terrorista antiminero»; la indignación general culpó al diario más vendido de Arequipa del engaño.

…José Díaz reconoció haber entregado la foto a la prensa, pero dijo que le había llegado mediante un correo electrónico anónimo. ¿Cuántas le llagaron?, repreguntamos. «Una o dos», replicó, pero eso no coincide con el análisis realizado por un experto en fotografía digital. Por lo menos 20 fotos corresponden a la misma cámara y al mismo momento…

La versión que publicó el diario, unas horas después, es verosímil: ellos recibieron el material gráfico en una conferencia de prensa realizada el día jueves 23 en uno de los portales de la hoy convulsionada Plaza de Armas. El denominado Colectivo por el Desarrollo de Islay, bautizados coloquialmente como promineros, convocaron a la prensa para denunciar vandalismo en el Valle de Tambo. Además del fallecimiento de una persona, los heridos y detenidos en el feroz enfrentamiento del puente Pampa Blanca; por la noche, sus casas y negocios habían sido atacados. Se habló de cinco casas quemadas, un automóvil y decenas de vidrios rotos en sus viviendas, producto del ataque de encapuchados que ellos señalan como antimineros.

Vivienda de uno de los miembros del Colectivo para el Desarrollo de Islay. Esta es una de las fotografías que más se publicaron en los medios, incluído El Búho

Vivienda de uno de los miembros del Colectivo para el Desarrollo de Islay

Todos los medios de comunicación presentes recibieron el mismo material, una treintena de fotografías que, según la versión del Colectivo, graficaban la situación de extrema violencia que se vivía en el valle y que ameritaba la declaratoria de Emergencia o estado de sitio de la provincia.

El Búho recibió también el mismo material. En la entrega, habían dos tipos de fotos: un grupo de tomas provenientes de una cámara profesional, en el que se ve a los detenidos y el frente alineado de los manifestantes tras sus escudos de madera pintados de rojo y blanco, en actitud ciertamente agresiva, donde no hay imágenes que muestren el abuso policial; y otro grupo de fotos tomadas con un celular que muestran las casas apedreadas y, en un caso (ver foto), con evidencias de fuego, así como un automóvil semicalcinado.

Las fotos publicadas luego por El Comercio y por Correo, corresponden al primer grupo y fueron tomadas por Julio Angulo. Otros medios publicaron sus propias fotografías y sólo Correo seleccionó la famosa foto del «Miguelito». El editor a cargo, Carlos Rodríguez, otro reconocido periodista en el medio, renunció a su cargo por decoro. El tercer periodista caído tras este evento, sería una mujer. También con intachable trayectoria en varios medios locales y con similar recorrido en las empresas en las que trabajó Julio Angulo; pero el principal imputado en este lío, ha preferido guardar su nombre en reserva, «por amistad», nos dijo una fuente. Ella, quien presta servicios para Southern, sería el eslabón entre el fotógrafo y el Colectivo que entregó una selección tendenciosa de fotos a la prensa, incluyendo la foto del montaje.

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Foto histórica. El video muestra claramente como la policía «siembra» este instrumento a Antonio Coasaca y la foto es usada para incriminarlo. La PNP necesitaba «pruebas» pues todos los detenidos con anterioridad salvo 2, habían sido liberados por falta de ellas.

Los miembros del Colectivo

El colectivo es un grupo de 8 a 10 personas que, a su vez, representarían a muchas otras que, según dicen, alcanzan varios miles. La cabeza visible es José Díaz Sánchez, quien se presenta como Secretario de la Federación de Asociaciones de Jóvenes por el Desarrollo de Islay, aunque él frisa los 40 años. En el siguiente video lo pueden escuchar y calibrar su estado de ánimo. Las imágenes corresponden precisamente  a la conferencia en la que entregan la famosa foto incriminatoria.

Preguntado por El Búho, José Díaz reconoció haber entregado la foto a la prensa, pero dijo que le había llegado mediante un correo electrónico anónimo. ¿Cuántas le llegaron?, repreguntamos. «Una o dos», replicó, pero eso no coincide con el análisis realizado por un experto en fotografía digital. Por lo menos 20 fotos corresponden a la misma cámara y al mismo momento. Son fotos de alta resolución y difícilmente pasarían por un correo electrónico.

Desde inicios del año, la disputa con los opositores a Tía María fue «in crescendo». Ellos habían marchado en favor de la inversión hasta dos veces, en Mollendo, y tuvieron que suspender una tercera marcha por falta de garantías. En el mes de enero, dos marchas simultáneas, de los anti y los promineros, terminó en una batalla campal que no llegó a mayores por intervención de la policía.

Ahora, después de 30 días de huelga, el ánimo se había desbordado. Además de insultar a los opositores a Tía María, abiertamente, el líder del grupo pide un estado de excepción en la provincia así como el retiro del cargo del alcalde provincial, Richard Ale, quien va apenas en el cuarto mes de un agitado mandato, pero apoya el paro.

Para describir mejor a este personaje, reproducimos a continuación un segmento del reportaje publicado en la edición nacional del diario El Comercio, de fecha 8 de marzo, cuando el agravamiento del conflicto era inminente. El artículo lo firma el periodista Manuel Marticorena Ortiz y en él se refiere a Díaz de esta manera:

En Islay existe una organización extraña y que participa en el debate social: la Federación de Jóvenes por el Desarrollo. Su secretario, José Díaz, indica que agrupa a siete asociaciones que suman 1.200 socios. Díaz no es tan joven, tiene 39 años, pero se justifica diciendo que cuando empezó a formar su organización (la Asociación de Emprendedores por el Desarrollo del Valle del Tambo) tenía 30.

Igual que la mayoría del colectivo, posee un discurso claro y afirma que apoyar el proyecto minero no significa dar una carta blanca a Southern. Dice que exigirán que se cumplan todas las normas ambientales porque “el agro es y seguirá siendo el principal sustento de la zona”. Pero sí está convencido de que el proyecto les abrirá, como jóvenes, nuevas oportunidades.

Otro miembro prominente del Colectivo es Silvia Chávez, presidenta del Frente de Mujeres de Cocachacra, fundado en setiembre del año pasado. Según El Comercio, su discurso es evidentemente aleccionado. Ella vive en Cocachacra y trabaja en Chucarapi, pero por estos días ha dejado el valle, denunciando amenazas. Pidió licencia sin goce de haber y viaja constantemente con los otros miembros del colectivo a Lima. Aquí la vemos dando su speech en el Congreso de la República, en febrero de este año, en favor de la minería y respaldada por el congresista Juan Carlos Eguren.

Y el tercer miembro notable de este colectivo es Néstor Flores Tapia, regidor del distrito de Cocachacra. Postuló a su cargo luego de haber suscrito con Southern Perú, en agosto de 2014, un contrato por un millón 470 mil 507 nuevos soles para la obra de Mejoramiento de Servicios de Agua Potable en la zona de El Fiscal. Entonces era presidente de la Asociación Avis. Este es el primer y único proyecto que ha financiado, en su fase de Estudio, la Asociación Civil Pro Valle de Tambo que recibió, en esa misma fecha, un fondo de donación de 100 millones de soles de parte de Southern para financiar obras. El dinero no se ha usado y su paradero se desconoce, así como los integrantes de la Asociación.

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Néstor Florez firma convenio con el propio presidente ejecutivo de Sothern Perú, Oscar González Rocha

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Al referirse al grupo, el periodista Marticorena dice:

Southern hace su trabajo para ganar más gente: ha contratado a 500 personas en forma rotativa para labores de limpieza en el proyecto. No solo eso, en el momento de la entrevista, Díaz tenía un polo deportivo con el logo de Southern [indicó que es porque la empresa financió un campeonato], mientras ‘Ruddy’, el chofer a quien conocimos, presta servicios a la minera; y el empresario José Díaz ha construido muy cerca de su casa un pequeño edificio para departamentos (viviendas para ofrecer a los ingenieros si se da el proyecto). Los tres no niegan que hayan tenido contacto con la minera, es más, sostienen que su interés de desarrollo personal y colectivo a partir del proyecto es legítimo, aspecto que dicen comparten las 3.000 personas que integran el colectivo.

El Padrino

Uno de los promotores de este grupo en Lima, como él mismo lo reconoce, es el congresista Juan Carlos Eguren, del PPC, quien ha oficiado de relacionista público del colectivo. En pocas semanas el Colectivo ha sido recibido por tres ministros de estado, la Premier Ana Jara y periodistas de radio y televisión limeña, además del propio Congreso.

Aquí los vemos con el ex ministro de Energía y Minas, Eleodoro Mayorga, en Palacio de Gobierno y en el programa La Hora N de Jaime de Althaus. En todos los casos el discurso ha sido agresivo y descalificador de los agricultores del valle de Tambo. Para ellos, sólo es un grupo de 4 radicales que, por influencias externas, se oponen por oponerse. «Falsos ecologistas, violentistas y antimineros», son calificativos recurrentes en su vocabulario.

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Los antimineros y, sobretodo, la masa, no los han tratado mejor. Así es como se ha construido una historia de odio que tardará décadas en superarse. Por esa razón, ahora estas personas están refugiadas en Arequipa donde la presidenta regional, Yamila Osorio, sumamente conmovida, les ha dado alojamiento, ya que no pueden volver al valle de Tambo por las amenazas.

Ciertamente, el Movadef, el etnocacerismo y otros grupos menores se alistan a cosechar a manos llenas, mientras más dure el conflicto.

Y a pesar que del otro lado de la historia, donde también se ha instalado un profundo resentimiento, hay ya un muerto, un hombre humilde al que le dispararon por la espalda, y dos heridos de bala, eso no ha cambiado el discurso uniforme de empresarios y políticos como Juan Carlos Eguren, quienes parecen haber endurecido su corazón al tiempo que aspiran a posiciones más altas en el poder. En la siguiente entrevista de Cecilia Valenzuela, Eguren reconoce haber auspiciado estas presentaciones y discursos del grupo (véase el minuto 2:35 A 2:50)