Cocachacra, después del paro

La Revista

cocachacraLa única forma de llegar a Cocachacra es vía Mollendo, en colectivos que llegan hasta “El boquerón”, a 14 kilómetros de distancia. Allí están los únicos que hacen negocio con el paro: motociclistas que transportan a los viajantes hasta el pueblo por 10 soles. Adicionalmente, brindan servicio de información durante todo el trayecto, para que uno sepa cómo manejarse, aunque a nosotros nos cuesta trabajo prestarle atención por la belleza del paisaje.

Atravesamos un pueblo semidesierto. Paisaje típico de feriado sumado al paro: algunas calles están bloqueadas desde el inicio del conflicto y todo el pueblo está en la plaza, aunque hay otros que han debido salir del pueblo o quedarse escondidos en su propia casa. El ondear de las banderas verdes le da un carácter épico al conflicto, aunque también ondean tétricos retazos negros con una calavera impresa como símbolo de la muerte que provocaría al agro la actividad minera. Para algunos son banderas terroristas.

A una cuadra de la plaza, nuestro motociclista nos informa que debemos bajar y seguir por nuestra cuenta. No podemos evitar una cierta opresión en el pecho. El oficio de fotógrafo no es precisamente el que suscitaría calurosas bienvenidas después de lo ocurrido con la foto del “miguelito”. Tal vez ya habían sido alertados de nuestra presencia y los “espartanos”…

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