…Y el Dakar regresa al desierto peruano

La Revista

dakar 2015A horas de conocerse la noticia, los aficionados al deporte motor manifestaron su alegría en las redes sociales, Perú será nuevamente testigo del paso de los bólidos y sus temerarios
pilotos; y para quienes disfrutamos el deporte motor, sin dudas, es una muy buena noticia. Pero también se hicieron escuchar a grito pelado aquellos que se oponen y critican su realización en tierras incas. La justificación es el daño que se ocasionó en edición anterior, cuando se deterioraron restos fósiles de ballenas y las Líneas de Nasca, entre otros patrimonios culturales.

En honor a estos últimos debo decir, que quedó aclarado y demostrado que no fueron los vehículos que compiten ni sus apoyos quienes causaron los daños, sino el público en su intención de ver el paso de las máquinas. A pesar de esto, más allá de las quejas, no se realizó campaña alguna en pos de educar al soberano para que cuide nuestro patrimonio y tengamos en cuenta que los daños no terminan tras el paso del Dakar ni son causados
solo en esa ocasión. Las miles de botellas plásticas y residuos en general, diseminados a lo largo de las pistas, terrenos abiertos o cercados dentro de la ciudad y en la misma campiña, no son producto del Dakar, como tampoco lo es el uso de muros de edificios patrimonio como urinario ni las pintas sobre algún muro protegido.

Es hora de pensar que la culpa no siempre es del otro y más allá de quejarnos, eduquemos, porque el Dakar dura 3 días, pero nosotros vivimos 362 días más en este bello país y somos los responsables de protegerlo, sobre todo, de nosotros mismos y la vida que llevamos….