En la continuación de la audiencia del médico otorrino acusado de tentativa de violación, el imputado reconoció haberle bajado los pantalones a la menor que era su paciente, aduciendo que iba a colocarle una inyección; sin embargo, la fiscalía argumentó que dicho procedimiento pudo haberse dado por venoclisis en el brazo.
Entre otras aseveraciones, el médico Humberto Ayamamani Apaza, también reconoció tener los pantalones abajo debido a que “estas operaciones contaminan, para no contaminar a mi hija me quité los pantalones”.
En la audiencia también se hizo de conocimiento que, según el Protocolo de Cirugía Ambulatoria, para el procedimiento que el médico intentó ejecutar era necesaria la presencia de un segundo personal sanitario o de asistencia técnica, requerimiento que fue incumplido.
Asimismo, el protocolo dispone del uso de un ambiente propicio y bien equipado para ejecutar una operación, siendo falto de estas características el consultorio particular del otorrino; además de que bien pudo hacer uso de los ambientes en los centros médicos donde laboraba y que sí contaban con el instrumental y facilidades adecuadas.
Cabe precisar que la operación a practicarse era al tímpano para inserción de tubo, lo que corresponde a una cirugía de miringotomía bilateral.
Por último, el médico reconoció que este tipo de operaciones conllevan un tiempo no mayor a los 20 minutos, afirmación contrapuesta a lo que indican los padres de la menor, ya que ellos mencionan que Ayamamani Apaza les dijo en un primer momento que el tiempo sería de 40 minutos.
Ante la mayoría de argumentos expuestos por el Ministerio Público durante la audiencia, tanto el inculpado como su defensa, decidieron no manifestar ningún argumento en contra.
Según los padres la menor, ella se encuentra actualmente en Lima recibiendo tratamiento psicológico. Los vocales de la sala dispondrán de un periodo máximo de 48 horas para decidir si cambiarán la comparecencia restringida a prisión preventiva o mantendrán lo dispuesto en primera instancia.