No es sencillo determinar si es que las ordenanzas estaban realmente tan mal hechas o los funcionarios municipales no tienen firmeza para tratar con el gremio de taxistas, especialmente los informales; lo cierto es que tras las conversaciones entre ambos, la Municipalidad ha cedido en todas las demandas que llevaron a los hombres del volante a reiteradas protestas.
La ampliación de los permisos provisionales para quienes no cumplen con las normativas del Ministerio de Transporte (MTC) que se planteó inicialmente hasta abril de 2016, será otorgada por un año, esto es, hasta el 31 de agosto de 2016, se decidió tras la reunión sostenida este martes por la tarde. Doce mil 500 taxistas están en esta condición.
De otro lado, la restricción de ingreso al Centro Histórico, a aplicarse una vez por semana según un rol determinado por el número de placa, tampoco se aplicará, según se informó, porque «los taxistas le hicieron ver a la municipalidad que no habría forma de controlar esto y se gastaría demasiado en inspectores». Quedaría sin efecto, según admitió el presidente de la comisión de Transporte y regidor, Fernando Figueroa.
Según ellos, los informales no ingresarán al centro porque no es su ruta y tampoco ingresarán si no tienen pasajero. No se precisó quién controlará este otro tipo de filtro, ya que el primero no les pareció conveniente.
La marcha rodante anunciada para este miércoles fue, por lo tanto, suspendida. Entre tanto, unos dos mil taxistas informales siguen presionando para que se les otorgue Setare, lo que también seguiría ocurriendo, aumentando el número de taxis en la ciudad, al menos por un tiempo.