El logro de la sede, fue algo que el alcalde Alfredo Zegarra asumió como un triunfo personal, antes de ser reelecto para el cargo, por lo que su compromiso con el evento era total. No obstante su entusiasmo, la primera semana de noviembre, la ciudad y el programa previsto, no estaban listos para hacer de éste un encuentro memorable.
Aunque la belleza de la ciudad hizo olvidar al centenar de asistentes, algunas fallas de la organización, el evento no cumplió con uno de los objetivos principales, cual es involucrar a la población en la valoración y cuidado del patrimonio, generar intercambios con los visitantes y extraer lecciones de los visitantes de diversas latitudes, pero con problemas similares, para mejorar la gestión que se hace de los tesoros históricos propios.
En el lado positivo de la balanza, está el logro de la gestión municipal en llevar a cabo -contra viento y marea- la anunciada peatonalización de la plaza de armas…
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