¿Concuerdas en que la desigualdad es el mayor problema del Perú?, ¿dónde la has visto con mayor crudeza?
Son tantas injusticias que es difícil decir cuál es la más dura, pero una de las cosas que me han marcado es haber visto que con nuestro sistema político hemos permitido que ciudadanos peruanos mueran en nombre de un supuesto desarrollo. Ustedes lo han vivido aquí en el valle de Tambo, nosotros en Espinar
otros en Cajamarca. Más de 50 vidas perdidas en este gobierno, cerca de 100 en el gobierno anterior. Yo creo que eso es algo que ya no podemos aceptar. La dignidad humana debe ser nuevamente nuestra prioridad.
El otro problema central es la corrupción, se ha extendido tanto, que afecta a privados y ciudadanos,
¿qué hacer?
Lamentablemente se ha extendido tanto que muchos dicen “que robe, pero que haga obra”. Lo que nosotros afirmamos es que no nos podemos resignar a eso, que sí se puede hacer política de manera honesta y transparente, no tenemos rabo de paja y eso nos da legitimidad para combatir realmente la corrupción. En nuestro caso la vamos a combatir con transparencia total en los actos de gobierno, que la gente pueda saber todo el tiempo en qué se está gastando su plata; las licitaciones, las contrataciones, los sueldos de los funcionarios, las reuniones de los ministros, absolutamente todo tiene que estar sobre la mesa. Luego está el tema de garantizar que el Contralor de la República sea elegido por concurso público y no a dedo, y que los delitos de corrupción no prescriban, para que alguien que le ha robado al Estado no sea nunca más funcionario público. Pero para esas tres cosas tenemos que cambiar la constitución, por eso insistimos tanto…
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