Lo más novedoso que Keiko Fujimori tenía para anunciar, lo dijo después del mitin, ante un puñado de periodistas que se encargaron de difundirlo de inmediato a nivel nacional: Joaquín Ramirez dejaba la Secretaría General de Fuerza Popular, «para no perjudicar la campaña». Si bien no se habló de devolver el dinero que ha aportado al partido, se va a variar la condición de los dos locales partidarios limeños, de una «cesión en uso» a un «contrato de alquiler». Así lo dijo la propia Keiko al culminar sus actividades de 8 días de gira en la llamada «Ruta Perú».
Unos doscientos vehículos la esperaban, antes de las 11, en Yura Viejo, para darle la bienvenida. Se había convocado desde días atrás una gran caravana de recibimiento y se esperaba que vendría en un vehículo al descubierto, pero no ocurrió. Las camionetas que la acompañaban pasaron raudamente por toda la avenida Aviación y la Avenida Ejército, los vehículos que la esperaban la siguieron como pudieron e intensificaron el caos del tránsito en esa zona. Todo se desordenó y muchas personas apostadas a lo largo de la Avenida Ejército aprovecharon las paradas forzozas para expresar su rechazo a la presencia de la candidata.
Distinto sería el panorama, horas después, cuando se dirigió a unos 6 o 7 mil fans que la aplaudían y coreaban su canción de campaña, en el mitin que presidió en el pueblo joven Miguel Grau, de Paucarpata. Cien buses llenos, con gente traída del Cono Norte y desde otros puntos distantes de la ciudad, incluso desde Moquegua, repletaban el descampado al costado de la avenida Miguel Grau, costado de la posta médica. Vestida como una chacarera arequipeña, aunque traía un pantalón bajo la falda, habló durante cerca de una hora, reiterando los ofrecimientos de campaña que ha repetido en toda la gira, con pequeños matices «arequipeños», como la alusión a la gobernadora regional, con quien tuvo un altercado mediático días atrás. Ahora bajó el tono y se declaró abierta al diálogo y al trabajo conjunto con las autoridades locales. Ofreció culminar la carretera Arequipa La Joya, la variante de Uchumayo y, por supuesto, Majes Siguas II.
OPERACIÓN «RUTA PERÚ»
Esta es la imagen que se difundió en redes sobre uno de sus últimos recorridos en Puno, desde donde llegó la candidata por vía terrestre. Desde allí, donde ofreció flexibilizar las normas para permitir el transporte interprovincial de estas minivan (actualmente prohibido y que se hace en condiciones de informalidad), se hablaba de una caravana de 100 vehículos.
Estos lujosos vehículos, la mayoría Mercedes Benz, ya la esperaban en Yura Viejo cuando Keiko Fujimori arribó a Arequipa a las 11:30 aproximadamente. Luego, por la noche, sumados otros buses grandes, alquilados para la ocasión, se encargaron de transportan a los asistentes al mitin. Ida y vuelta, ya todos conocían su transporte a la hora de abordarlo de regreso. Entre cuchicheos, las mujeres que fueron mayoría, murmuraban algo sobre tickets.

Aguardando, en Yura Viejo.

Listos para el retorno, al finalizar el mitin
PALABRA DE KEIKO
Las manifestaciónes en contra, no estuvieron ausentes. Desde el recorrido, a su llegada, de forma espontánea, hasta algunos huevos que no la alcanzaron al finalizar el mitin en Paucarpata. La foto mayoritaria, sin embargo, fue esta:

Mitin de Keiko Fujimori
«Vamos Keiko vamos». Un elemento central de la concentración es la música que intercala su alocución. «Hasta presidenta no paramos, no paramos«, retumba el lugar. Como de costumbre, la candidata, ataviada con el traje típico del lugar que visita, contrasta el disfraz de mujer campesina con la voz grave y enfática que engrosa más todavía, al terminar la frase.
«Cada vez más fuerte, cada vez más cerca, vamos Keiko vamos, vamos que ganamos», continúa la música mientras la candidata sigue el libreto. Tema ineludible, muy a propósito de la coincidente ola delincuencial que se ha desatado en Lima contra los jóvenes, habla sobre la inseguridad ciudadana. Aunque no recalca que sacará al ejército a patrullar las calles, insiste en la necesidad de mantener el sistema 24 x 24 para la policía, incluso si resulta contradictorio con la intención de tener más policías de servicio patrullando las calles.
Dijo no tener miedo de declarar en emergencia a la ciudad de Lima si era necesario. «Tengo los pantalones y las faldas bien puestas para derrotar a la delincuencia», añadió.
Dirigiéndose a los jóvenes, habló de convalidar los estudios de institutos con los de las Universidades, además de un programa de incentivos tributarios a las empresas que contraten jóvenes en el marco de su nueva creación: «Mi primera chamba».
«Queridos hermanos», repite constantemente, al dirigirse ahora a las amas de casa y ofrecerles la masificación del gas domiciliario, cosa que Ollanta Humala ofreció y no cumplió. «¡Otra mentira!», levantó la voz y enseguida explicó que gracias a una mala negociación del entonces ministro Pedro Pablo Kuzcynski, el Perú está regalando el gas a una empresa que fue elegida a dedo, que lo valora en precios ínfimos y lo vende mucho más caro a México. «Tenemos que investigar ese contrato que regaló el gas y renegociarlo», anunció, repitiendo los argumentos que Alfredo Barnechea había esgrimido en su campaña.
Inmediatamente ofreció que, para evitar estas cosas, había que fortalecer la procuraduría, la Defensoría del Pueblo y apoyar a la Fiscalía. «No a la corrupción», manifestó tras explicar que había encargado esta lucha a la ex procuradora Yeny Vilcatoma. También ofreció titulación masiva y mantener y fortalecer los programas sociales de este gobierno «Yo no voy a ser mezquina como ellos para desactivarlos o cambiarles el nombre», aseguró.
Explicó que la formalización -de la mano de Hernando de Soto- será una prioridad, lo que incluye -además de transportistas y mineros artesanales- a los pequeños negocios y bodegas que persigue la Sunat, cuya reorientación anunció. «Ahora es dan un incentivo cada vez que cierran un pequeño novicio. En mi gobierno les daremos un incentivo cada vez que formalicen a alguien», señaló.
Aquí lo que manifestó respecto a este tema: Mitin Keiko Fujimori 18 de mayo
Siempre que se refirió a su rival, Pedro Pablo Kuzcynski, lo hizo en tono despectivo. Habló sobre su propia juventud (40 años) y explicó que, a diferencia de ella, «el señor no conoce el Perú, no sabe, no viaja mucho». Por eso habría hecho su plan de gobierno desde un escritorio en Lima, y por eso ofrece beneficiar a las empresas más grandes del país; «en cambio, el plan de FP quiere beneficiar a 1 millón 600 mil pequeñas empresas». Otra diferencia sustancial -dijo- es que cada vez que ella sale a proponer algo, tiene a alguien del actual gobierno en contra, «lo que significa -infirió- que nosotros representamos el CAMBIO y él representa la continuidad».
Por último dijo que, por eso, se había desatado una guerra sucia en contra de su candidatura. «Si piensan que porque soy joven y porque soy mujer, yo me voy a amedrentar, se equivocan… al contrario, esta guerra sucia significa que ¡estamos avanzando y la verdad saldrá a la luz¡», vociferó.
«Con el apoyo de todos ustedes, voy a tener el honor de convertirme en la primera mujer presidenta del Perú», finaliza antes de posar para las fotos y bailar el carnaval arequipeño, como fin de fiesta.
Minutos después, de vuelta en el hotel, convocó a la prensa para un trago amargo: informó que aceptaba la renuncia al cargo del secretario general de su partido, Joaquín Ramírez. Ante las evidencias que la prensa había mostrado sobre su efectiva vinculación con un presunto lavado de activos y, a pesar de la negación total que el partido hizo el día anterior, debió aceptar que su brazo derecho, aún tiene mucho que explicar a las autoridades sobre su asombroso patrimonio. Ya no será más el financista de Fuerza Popular, se informó desde Lima, pero nadie aclaró quién paga o pagará la gigantesca movilización que la acompañó y transportó a los asistentes a los mítines a lo largo de su recorrido por la «Ruta Perú».