Si tuviera 18 años sería cobrador de combi

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No solo no es una labor indigna, por el contrario, todo trabajo es bueno para llevar el pan de cada día a nuestros hogares; sino que siguiendo el ejemplo del congresista Joaquín Ramírez, solo trabajaría un año y medio y ahorraría dinero como cancha para comprarme una combi usada y la convertiría en  la gallinita de los huevos de oro que me permitiría tener empresas y casas por todo lado y sería un “cholo con plata” y provocaría la envidia de todos.

Pero además  sería congresista por las filas del fujimorismo, tendría mi equipo de futbol y junto al tío Fidel sería dueño de la  Universidad más grande del Perú, Alas Peruanas. Pero también financiaría la campaña millonaria de Keiko y pondría mis casas a disposición de Fuerza popular y, por supuesto, todas mis camionetas. Así de dadivoso y bueno sería.

Asímismo, si el poder judicial, la policía y el ministerio público me investigaran por narcotráfico, haría desaparecer en un taxi toda la documentación relacionada con las ganancias empresariales para borrar las huellas que me puedan comprometer y de esta manera evadiría el pago de impuestos y las pruebas del lavado de activos en los que estaría comprometido.

Cuando tuviera toda esa plata y fuera millonario, en un momento de nostalgia y cuando esté en mi cama panza arriba, recordaría que antes dormía en una cochera, que tenía frío, que no comía, que andaba andrajoso y sin zapatos, porque era muy ahorrista y que las enfermedades no me atacaban porque era un cajamarquino bien aguerrido y nutrido y un faquir sufrido.

Para qué estudiar y buscar una carrera profesional en la universidad; para qué el sacrificio de los padres, si basta  ser cobrador de combi (con el respeto que estos trabajadores se merecen), un emprendedor que de la noche a la mañana me convierte en millonario y para culminar mi exitosa carrera pondría a mi hermanito como congresista y yo sería presidente de Fuerza Popular y simularía dar un paso al costado cuando la opinión pública y la prensa me ajochen con que soy traficante de cocaína y de ser lavador de activos. Así de fácil y simple, pero también  tendría mis fieles escuderos que se apelliden Fujimori, Cuculiza, Becerril o Chlimper.

Así cualquiera puede ser un cholo con plata.