En el 2014, una niña que estudiaba en primer grado en el colegio Fleming, fue víctima de maltrato, según sus padres. Indecopi sancionó a esta institución por infringir los artículos 73 y 74 del Código de Protección y Defensa del Consumidor, consignando que la estudiante recibió un servicio educativo inadecuado, dañando su integridad psicológica y física.
Al ser declarados responsables de esta negligencia, Indecopi multó a la institución educativa con la suma de 23 mil 700 soles, lo cual representa seis Unidades Impositivas tributarias (UIT’s); a pesar de esta multa, la demanda también viene siendo llevada por la vía penal en el Primer Juzgado de Familia de la Corte Superior de Justicia de Arequipa.
La denuncia se basa en un reclamo que hizo su padre José Gabriel Valdivia Álvarez, quien indica que su hija, al ser zurda, debió recibir una enseñanza especial al momento de aprender a escribir, debido a que no tenía aun bien formado el pulgar izquierdo; este reclamo lo hizo ante las autoridades del centro educativo, pero no recibió ninguna respuesta positiva.
Posteriormente la niña se quejó con sus padres sobre la profesora Haydee Turpo Cayo, pero no explicó el por qué. Los padres fueron a presentar la queja ante el director del centro educativo, Feliz Palomino, quien les informó que la maestra seria reemplazada por unos meses, por licencia de maternidad; en ese tiempo, la niña no volvió a mostrar alguna queja.
Cuando Turpo Cayo se reincorpora al colegio Fleming, en abril del 2015, la niña vuelve a mostrar una actitud renuente para ir al colegio. Es cuando les confiesa a sus padres que la profesora le jalaba las orejas, también el cabello, incluso le arrancaba las hojas de los cuadernos, ya que por ser zurda no podía escribir tan rápido como el resto de sus compañeros de clase.
El gerente general del colegio, Washington Ochoa, explicó que se realizó una investigación interna, en la cual no encontraron ningún otro caso de maltrato por parte de la profesora, por lo que, sin mayores evidencias, se debió dejar a la profesora en su puesto.
Ochoa asegura que el colegio estaba en buenos términos con los padres de la niña, pero la denuncia fue inesperada; aseguran que la multa de Indecopi es parcializada ya que no consideraron el análisis psicológico realizado a la niña, rechazándolo solo por un asunto administrativo.