Política económica y dilemas del gobierno

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En el uso de las facultades legislativas, el Ejecutivo ha dado o anunciado un paquete de medidas económicas. Se ha concentrado en ”destrabar” proyectos de inversión, en disminuir trámites para tratar de acercar el estado a la ciudadanía, cambios en la SUNAT y la administración tributaria, reformas en Pro-inversión para acompañar la ejecución de los proyecto y no solo la concesión, la eliminación o reestructuración del SNIP y una nueva dinámica con los gobiernos regionales.
La política macroeconómica
En la política macroeconómica señalaron que el déficit proyectado era del 3.8% del PBI para este año, y tuvieron que ajustar (hay debate sobre la magnitud del mismo) tratando de no castigar la inversión pública y más bien el gasto corriente. La reducción del IGV se postergó para el próximo año (aunque ya casi ni se le menciona). El Congreso impuso una medida para las pymes resistida por el oficialismo, porque aumentaba la brecha fiscal.
La política monetaria se ha mantenido, ratificando incluso al presidente anterior y con un directorio que comparte básicamente una visión común. El tema es si tratarán de mantener a rajatabla el cumplimiento de rango meta inflación, aún a costa de una eventual reactivación desde el sector privado. Otro asunto, es como se abordará el tema del tipo de cambio. Anteriormente, para evitar desequilibrios en el sistema bancario por el endeudamiento privado de corto plazo en dólares, se trató de evitar su aumento, lo que nos ha dejado relativamente retrasados respecto a otros países de la región, afectando la competitividad de nuestras exportaciones (sobre todo no tradicionales).
Se ha dado una tímida medida de devolución de impuestos (drawback), que debiera ser mayor, dada la necesidad de impulsar este componente de las exportaciones. Tampoco se están dando medidas de política comercial que protejan la industria nacional de la competencia desleal. Se podría ser más pro-activo, sobre todo con las pequeñas y medianas empresas
Hay una disminución del nivel de actividad en actividades no primarias, incluso algunos indicadores negativos, en producción e inversiones. Afortunadamente, en este contexto, el desequilibrio de balanza comercial ha disminuido.
Se está confiando en la recuperación de la inversión privada, esperando que las medidas anunciadas creen una suerte de shock de confianza. Pero, no hay impulso fiscal desde el gobierno. Se ha defendido de las críticas, señalando que hubiera empeorado la calificación del riesgo país, creando costos financieros significativos en los créditos que el estado busque en el exterior o colocación de bonos y otros instrumentos financieros.
Reactivación y estructura productiva
La inversión minera cayó dramáticamente, por la caída de precios internacionales y la coyuntura internacional. Una discusión es sobre cuáles son los sectores que impulsarán el crecimiento. Uno será construcción por los grandes proyectos que se han programado y que se asume se ejecutarán se acuerdo a lo previsto.
Pero, cuales son los otros motores del crecimiento? EL gobierno anterior impulsó un programa de diversificación productiva que se puede discutir por su alcance, pero iba en la dirección correcta. Se tendría que haberlo reformulado y repotenciado. Pero, se ha dejado de lado en la práctica, por el temor a caer en medidas proteccionistas o intervencionistas, debate que en otros países ha sido superado hace años.
Una lástima, ya que el anuncio inicial del Presidente y su viaje a China, tuvo un discurso de generar mayor valor agregado, buscar la inserción en cadenas globales de valor, buscar dar mayor valor agregado incluso en actividades mineras. La necesidad de una mayor inversión en ciencia y tecnología, innovación, era el otro eje con el que se puede lograr una diversificación de manera sostenida.
Cuál es entonces la estrategia de mediano y largo plazo? Cúal será la política de inserción internacional y diversificación exportadora y productiva? Al parecer se deja a la buena voluntad delos inversionistas nacionales y extranjeros, no hay un rumbo anunciado. El rol de CEPLAN debería ser clave en este sentido, otorgándole mayores recursos y peso político, dándole a su jefe el rango de ministro y que buscando la propuesta e implementación de políticas transversales.
Escenario internacional
El entorno internacional adverso, no mejorará sustancialmente en los próximos años, es el caso de los precios internacionales de las materias primas. El comercio mundial ha tenido una disminución de crecimiento en el último periodo, y el comercio intrarregional ha caído aún más. Las estrategias que se esperanzan casi exclusivamente en exportaciones o cadenas globales de valor, no tienen en este contexto su mejor escenario. Se debe incluir en cualquier estrategia, el objetivo de buscar dinamizar el mercado doméstico.
Las “fábricas mundiales”, no están en su mejor momento. EEUU tratando de consolidar su recuperación, Europa con problemas que tiene que resolver aún. El Asia y, particularmente China, tendrán un rol fundamental (a pesar de una relativa disminución de su crecimiento).La no implementación del TPP nos debería llevar a ver con mayor interés esos mercados, y la relación con los otros BRICS.
En el plano financiero, se espera un alza de la tasa de interés internacional. Esto implicará un retiro de capitales de los mercados emergentes, y una presión sobre el tipo de cambio. EL MEF y el BCR, seguro están evaluando políticas alternativas para escenarios que se complican.
Es importante repensar el rol de la integración regional en sus diferentes iniciativas y modelos, así como la cooperación sur-sur que ha tenido renovados bríos en los últimos años.
Debemos pensar en diferentes instrumentos, y combinación de alternativas desde un enfoque integral, para enfrentar lo que se viene.

Los actores y la economía política
En suma, hasta el momento el gobierno ha optado por el continuismo, por lo que ofreció en la primera vuelta electoral. Está abandonando las ofertas hechas a diferentes sectores y grupos poblacionales, que le permitieron el apoyo suficiente para ganar las elecciones.
En ese sentido, depende del apoyo de Fuerza Popular, con quien comparte esencialmente el modelo económico en curso y las políticas de corto plazo. Quizá ese sea uno de los factores que explique las concesiones que el gobierno viene realizando: en la Sunat, en el directorio del BCR y otras instancias claves del estado.
Fuerza Popular que maneja el Congreso, puede apoyar la ejecución del plan de gobierno y dar estabilidad. Sería mejor con un acuerdo o alianza explícita. La otra opción es bloquear o hacer sufrir al Ejecutivo, por cada medida que le pida. Puede hacer demostración de fuerza, como en el caso de la interpelación y censura al ministro de Educación.
En el primer escenario podría argumentar que ha cambiado, ha roto con su pasado y que gobernaría de otro modo, más inclusivo o democrático. En el segundo escenario, ratificaría los temores y el rechazo de amplios segmentos ciudadanos, creando o ratificando resistencias que pueden boquearle nuevamente el acceso al poder en el futuro próximo.
EL Ejecutivo puede ceder sistemáticamente, con lo que se debilitará y dificultará su propia viabilidad. Puede también tomar el toro por las astas enfrentado a Fuerza Popular, y tratar de retomar una alianza con los sectores que lo apoyaron para ganar las elecciones. Eso implicaría también reorientar la política económica de corto y mediano plazo, para cumplir promesas electorales a sectores y poblaciones, así como a las regiones.
Ningún escenario es fácil. Pero lo que decida en esta coyuntura de enfrentamiento con el Congreso, definirá el rumbo que tenga no solo la política económica, sino el país en los próximos años.