Para formar «buenos» empresarios mineros

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Leyendo una de las tantas revistas que publican los economistas (Mercado & Regiones, N° 21), donde su Director editorial, Gustavo Riesco, escribe una editorial titulada “Para formar ciudadanos”, baso este artículo en el titulo de esta publicación.

En septiembre del año 2017, se presenta en la revista un análisis FODA del sector minero. Basados en los resultados, formulamos algunas recomendaciones:

Resumiendo, se menciona entre las Fortalezas:

– Un ambiente empresarial fuerte, que pienso se refiere al poder de sus influencias en diferentes niveles de decisión.

– Un marco de inversión favorable para el sector, es decir muchas de las leyes favorecen al inversionista.

– Existen grandes reservas de mineral, pero igual se terminarán porque son recursos no renovables.

– El sector minero es diversificado, en cuanto a que se produce varios tipos de minerales como el oro, plata, cobre, estaño, plomo y Zinc.

– Que las grandes empresas multinacionales continuarán invirtiendo, lo que no es tan seguro en un clima incierto con muchos conflictos socio – ambientales, que están en aumento.

Como Oportunidades se menciona dos:

  • Los bajos costos de producción, en comparación a otras regiones, especialmente con Chile, donde los costos son bastante más elevados.
  • Se espera que el precio del cobre continue en alza, lo que también es bastante incierto.

Si analizamos, tanto las Fortalezas como Oportunidades, vemos que la mayoría se debe a causas naturales (presencia de la Cordillera de los Andes, que en su edificación hubieron varios pulsos de fluidos mineralizantes, que trajeron diferentes tipos de minerales y cuantiosas reservas), también el rol de apoyo que juega el estado a través de leyes y normas  que claramente favorecen a los inversionistas. De las otras mencionadas ninguna es mérito de los que dirigen el sector minero.

Vamos a analizar a continuación las debilidades y esbozaremos algunas ideas en donde se originan.

  • Los precios son volátiles en un mercado dinámico y cambiante, por lo que las ganancias no serán siempre las mismas.
  • La falta de una visión de desarrollo sostenible, (falta de equidad en la repartición de la riqueza, falta de oportunidades para la población que origina pobreza y descontento, y la degradación del medio ambiente por los impactos de la ineficiente gestión de efluentes y residuos), lo que da lugar a un clima “enrarecido” , la pérdida de la confianza y el aumento de la protesta social.

Como Amenaza se menciona las protestas y el aumento de conflictos socio-ambientales y dicen que este es el “desafío clave” para el futuro de la industria minera en el país.

Según mi apreciación, existe una falta de profundidad en el análisis, ya que solo mencionan las consecuencias, pero no las causas.

Por otra parte, pienso que los desafíos deberían estar mas enfocados en mejorar la competitividad en el uso de los instrumentos de gestión ambiental y estar en una búsqueda constante de innovación para reinventar su relación con las comunidades del entorno. La más importante, deberán cambiar de “chip”, en su actitud y en el sentido  de su responsabilidad social, que deberá ser transparente y con ética para que la población la acepte y les crea.

Los análisis de estos “consultores” se quedan en el tintero, porque primero solo presentan un enfoque desde su punto de vista y no reconocen responsabilidad y menos culpa, porque su actitud es altanera y no se piensa en el bien común

Algunas sugerencias:

Se debe revisar la legislación minera y la normativa ambiental desde sus inicios, ya que por ejemplo el enfoque y alcance de las Evaluaciones de Impacto Ambiental (EIA), es muy pobre y su legislación inicial, fue muy precaria por la falta de especialistas en la temática; ademas la apreciación de que este es una “carga” y la cumplo, pero no entiendo para que sirve. La EIA es un instrumento de gestión ambiental preventivo y su correcta utilización permite mejorar el desarrollo de los proyectos y sobretodo mitigar los impactos sobre el medio ambiente.

Es clave mejorar la participación ciudadana de manera activa y hacerla parte de la EIA, porque ellos conocen su zona y pueden aportar mucho para su cuidado y preservación. No solo es informar lo que se ha hecho, sino que las comunidades deben estar incluidas en la labores por lo que las consultas, ya no ser´na necesarias, sino que se tendrá que hacer “invitaciones” de las empresas a las comunidades para que aporten y también sean beneficiadas con las utilidades del proyecto.

La Certificación ambiental, no debe ser solo cumplir con un requisito legal, sino debe ser la carta de presentación de un estudio bien hecho, donde la preocupación es cuidar el medio ambiente y mitigar los impactos, lo que redundará en la credibilidad y la recuperación de la confianza, para lograr tener una imagen respetada por la opinión pública.

Por último, quiero basarme en lo mencionado por el Sr. Riesco, en su editorial, sobre cómo lograr cambiar la conducta y formar mejores ciudadanos. Menciona que ante una situación de cumplimiento de una norma, cuando la amenaza por no cumplirla es pequeña, existe una disonancia cognitiva de los individuos, la cual se resuelve cuando estos reflexionan que la norma es buena y le gusta cumplirla y se da cuenta que la conducta que la norma plantea es atractiva. Este enfoque se debe trasladar a las empresas, las cuales deberán a cumplir con las normas, donde las multas sean menores e incluso en ausencia de supervisión y que se logre que las empresas mineras sean buenos cumplidores y utilicen correctamente los instrumentos preventivos de gestión ambiental como el EIA, para mitigar los impactos de sus operaciones.

¿Será posible que los empresarios mineros tomen en cuenta algunas de estas sugerencias y ademas piensen, reflexionen y apliquen estos conceptos? Tal vez es una ilusión, pero es uno de los caminos para que la minería pueda tener como paradigma el desarrollo sostenible y disminuya la conflictividad en el país. ¡ Lo necesitamos urgentementeempresarios mineros

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* El autor es geólogo, asesor y mediador ambiental