La cercanía entre la congresista Aramayo y el alcalde provincial, Alfredo Zegarra, también implica una guerra a muerte entre la congresista y la gobernadora regional, Yamila Osorio. Así, la mayoría de autoridades se van alineando alrededor de dos bandos, al parecer, irreconciliables, a pesar que Osorio no participará en las próximas elecciones.
Curiosamente, el fundador de Arequipa, Tradición y Futuro, Expresidente Juan Manuel Guillén, también está en el bando de oposición a Yamila, pese a que ella es partidaria del movimiento ATF y fue su discípula política.
Estas divisiones, y la consecuente obstrucción de proyectos, guerra de troles, negociaciones políticas y muchas otras cosas negativas, la tiene que pagar todas la población. Pésima noticia para la región, que no tengan la madurez necesaria para pensar en grande y no en sus pequeñas rencillas. Mezquindad se le llama.