“Cada peluche tiene la voz de un niño que ha sido abusado en nuestra región”, dijo. Dessy Zanabria, directora del Centro de Prevención del Abuso Sexual Infantil (CPAS), manifestó que esta marcha de peluches busca presionar a las autoridades para combatir este mal.
“Sólo se le combate con la prevención. Cada año, hay más casos, y necesitamos que la población sepa lo que está pasando. No tenemos que esperar que el niño sea maltratado, sino que la familia sea educada”, apuntó.
El 2017 se registraron 750 casos de violencia sexual contra niños y niñas. Alrededor de mil niños al año van a albergues infantiles por violencia y abandono.
“NO QUEREMOS MÁS NIÑOS VIOLADOS”
Por su parte, Eloy Zamalloa, presidente de la Corte Superior de Justicia de Arequipa, se unió a la marcha de los peluches y señaló, que no se trata de sancionar el abuso infantil, sino de prevenirlo.
“La castración química, y todo lo demás, ya no importa. Lo que importa es que no deberían haber niños violados”, resaltó.
Asimismo, dijo que no se debería corregir a los menores con “látigos” y amenazas. Más bien, que los padres de familia deberían abrirse y escuchar a sus hijos. Muchas veces, explicó, los niños les cuentan a sus padres un abuso sexual, sin embargo, ellos no les prestan atención.
Felicitó el objetivo de esta marcha. Reiteró, que los peluches representan ese espacio, en nuestros corazones, que son los niños. “Todos los días hay casos de abuso infantil”, insistió.
En el penal de Socabaya, hay 650 violadores presos con cadena perpetua y 500, cumpliendo penas, por omisión de asistencia familiar.