La cordillera Chila tiene registrada su sentencia de muerte. Para el 2021 habrá desaparecido por completo, producto del acelerado proceso de deglaciación que padece. Este pronóstico está respaldado en el estudio que elaboró el Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas de Montaña (INAIGEM).
Dentro de esta cordillera, que atraviesa Caylloma y Castilla, se encuentra el nevado Mismi, fuente naciente del río Amazonas. Empero, en los siguientes tres años, la última gota se habrá extinguido. En el 1970 contaba con una superficie de 33,9 km2 , y al 2015 sólo con 0,2 km2. Es decir que la perdida de área glaciar es de 33,7 km2 equivalente al 99,4%. Si no se toman acciones inmediatas se convertirá en una cordillera sin vida, tal como sucedió con las cordilleras Volcánica y Barroso.
Más de la mitad de los glaciares desaparecidos
El inventario hecho por INAIGEM, entre 1962 y 2016, revelan que el Perú perdió mil 300 de los 2 mil 300 kilómetros cuadrados que había, esto es 53.85%. El último glaciar terminará de morir en el 2111.
El ingeniero Benjamín Morales Arnao, presidente de INAIGEM, presentó en nuestra ciudad el libro “Las Cordilleras Glaciares del Perú”. Gran parte de los hallazgos han sido plasmados en este documento que analiza la situación de las glaciares.
SITUACIÓN DE LOS GLACIARES
- Cordillera Blanca: aproximadamente 277 km2 han desaparecido en los últimos 54 años. Esto es 38.20%. Cada año, se reduce 4km2. Se ha pronosticado que será la última en desaparecer, específicamente, en el 2111.
- Cordillera Central: su cabecera apenas contiene cerca de 42 km2 de nieve. Más de 74 km han desaparecido, lo cual equivale al 63%. Se cree que en el 2048 se habrá extinguido y con él toda la reserva hídrica de la cuenca Rímac, dejando sin agua a más de 10 millones de habitantes
- Cordillera Vilcabamba: cada año pierde 3.91km2 de glaciares. Contiene al nevado Ampay, única fuente de agua de la ciudad de Abancay, en Apurímac. Para el año 2042 habrá desaparecido su manto blanco.
- Cordillera Vilcanota: en su cabecera se encuentra la laguna Sibinacocha que da vida al río Vilcanota. Solo le resta el 52% de sus glaciares.
- Cordillera Apolobamba: se encuentra en el límite con Bolivia y sus aguas sirven para alimentar el lago Titicaca. Este macizo ha sido gravemente contaminado por la presencia del centro minero La Rinconada. Ha perdido el 52% de su masa de hielo, que corresponde a 43 km2.
“Esto es un llamada de atención para ver cómo se puede actuar ante este crisis”, expresó al tiempo de indicar que la solución está en la voluntad de las autoridades.
Este viernes se presentó el libro «Las Cordilleras Glaciares del Perú» en la biblioteca Mario Vargas Llosa
Terrible impacto
El mayor impacto que trae la deglaciación es la falta de agua, lo que afecta a la población, a la agricultura y a la industria. A eso se suma el elevado riesgo de producirse avalanchas de hielo que podrían llegar hasta los poblados más cercanos.
De acuerdo al especialista, se requiere de políticas públicas que contribuyan a asegurar los recursos hídricos. Para ello se necesita trabajar en la siembra y cosecha de aguas en las zonas cercanas a las cordilleras.
Asimismo, debe cambiar la actitud del hombre que apoya al sobrepastoreo, provoca incendios que producen hollín que llega hasta los glaciares.
Expedición al Coropuna
Un grupo de científicos ascenderán al nevado Coropuna para observar su estado y su desglaciación. Los viajeros partirán el 28 de junio y, por 12 días, realizarán estudios sobre el estado ambiental del macizo.
El Coropuna ha perdido el 65% de sus nevado, es decir, 96 km2, restándole 50km2. Finalmente, Benajmín Morales afirmó que una posible extinción afectaría los valles de Ocoña y Camaná.