El terremoto que ocurre al interior del CNM daría un segundo aire al polémico Valdemar Medina.
Valdemar Medina Hoyos sería uno de los beneficiados de la crisis que pasa el Consejo Nacional de la Magistratura (CNM). De carambola, el exrector de la Universidad Nacional de San Agustín (UNSA) ingresaría al órgano judicial, siempre y cuando ocurra una renuncia.
En concreto, Medina ingresaría en reemplazo del actual presidente del CNM, Orlando Velásquez Benites. Ello, siempre y cuando el consejero decida renunciar a su cargo, tal como lo sugirieron voces críticas a la situación del CNM. Velásquez fue rector de la Universidad Nacional de Trujillo y pertenece a la «collera» de exrectores en la ANR. Este grupo se opuso a la nueva Ley Universitaria y fue objeto de una serie de denuncias sobre supuestos delitos durante su gestión. La ANR actuaba como bloque para defenderse mutuamente, según acusaron sus críticos.
La razón por la que el exrector agustino reemplazaría a Velásquez es su condición de accesitario al puesto. Medina compitió con el aún consejero en mayo del 2015, para representar en el CNM a las universidades públicas, representando a la extinta Asamblea Nacional de Rectores (ANR). Al quedar en segundo lugar, fue designado automáticamente como accesitario.
Pero Valdemar Medina no las tiene todas consigo. La Contraloría General de la República lo inhabilitó por 5 años para ejercer la función pública, desde noviembre del 2017. Lo hallaron culpable de favorecer a dos consorcios que realizaron obras en la UNSA durante su gestión como rector. Aunque no está clara su situación jurídica, esto podría impedirle asumir esta función. Además, sus cuestionables antecedentes son extensos:
TIENE COLA
Dedicación Valdemar Medina Hoyos tuvo una salida accidentada de la UNSA. En noviembre del 2016, después de un proceso administrativo sancionador, es destituido de su plaza de docente principal. Además, del cargo de director del Departamento Académico de Ciencias Agropecuarias de la Facultad de Agronomía, donde laboraba.
La razón de la sanción radica en el uso de recursos del canon minero en proyectos de investigación nunca realizados. Además, es responsable de no tomar acciones concretas para asegurar la transferencia de 2 millones de soles de canon minero, por parte del GRA. Esto provocó perjuicio patrimonial a la casa agustina.
No solo eso. Obtuvo remuneraciones irregulares por millón y medio de soles adicionales entre 2000 y 2009. Fue gracias a autorizaciones de su entonces aliado, el exrector Rolando Cornejo Cuervo. La mayoría de los pagos fueron por encargos, viáticos y préstamos. Era también vicepresidente del club de fútbol Atlético Universidad, que sustentaba la UNSA.
En 2010, una comisión del Congreso de la República, presidida por el excongresista Pedro Santos, lo encontró responsable de desfalcar 8 millones de soles de las arcas de la UNSA. No obstante, la Fiscalía archivo el caso.
También estuvo cuestionado por obtener irregularmente parcelas de cultivo en Majes Siguas II. Fingió una renuncia de la UNSA y un divorcio para cumplir los requisitos para participar en el sorteo. Todo ello fue saneado después, con la injerencia del polémico expresidente de Autodema, el fujimorista Rómulo Terán.
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