El ayarachi es una forma musical autóctona del antiguo Perú que pervive en el tiempo hasta nuestros días, tras años de colonialismo y fuerte influencia de ritmos foráneos. Actualmente, solo quedan dos zonas geográficas en donde se puede constatar su originaria ejecución: el distrito de Paratía, provincia de Lampa y las comunidades de Ura Ayllu, CCapuna, del distrito de Cuyu Cuyo, provincia de Sandia. Ambos en la región Puno. Los historiadores María Carmen Salas y Mario Franco Hinojosa, coinciden en señalar que el nombre deriva del término muerte.
MELODÍA FÚNEBRE
Como es natural, el deceso de una persona, en cualquier grupo humano, causa tristeza y dolor. Muchas culturas en todo el orbe despiden a sus seres queridos con música. Las etnias que habitan el altiplano peruano no solo cumplen con los rituales fúnebres, sino que, además, desarrollan para la ocasión melodías diversas, dentro de diseños rítmicos en sincopa y a contratiempo, en un tempo o movimiento lento, compatible con el espíritu alrededor de la despedida de alguien que partió.
Algunos investigadores señalan que la forma musical-danzaria del Ayarachi se dio en el tiempo de los Incas. Hasta señalan que se dio solo a la muerte de Atahualpa, lo cual es inverosímil; tanto la indumentaria con que se visten como el uso de los instrumentos, indican haberse iniciado mucho antes. Sin duda alguna, esta danza tiene orígenes preincas…
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