Legado del exalcalde Alfredo Zegarra a la ciudad

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Casi ocho años atrás,  Alfredo Zegarra, postuló a la alcaldía de  Arequipa  con un arbolito como emblema de su agrupación. La ciudadanía, siempre cándida y esperanzada por tener gobernantes que cumplan con su palabra, que creen proyectos de envergadura como los que se hacen en otras  partes del mundo (puentes aéreos para no estropear las ciudades, por ejemplo),  que embellezcan la Ciudad Blanca siguiendo su línea arquitectónica, que cuiden su campiña y, por último, que la arboricen pues está altamente contaminada, lo favorecieron con sus votos.  Sin embargo, desde un inicio, el alcalde Zegarra empezó a ejecutar una obra más desastrosa a la anterior.  

Primero fue el Ecoparque de Tingo que, junto con Moisés Heresi y Balneario de Tingo facturaron un total de 152 millones de soles. Con esa danza de millones era de esperarse que Arequipa tuviera grandes obras, pero en cambio, no tuvo mejor idea que destrozar el emblemático y bucólico laguito de Tingo, para dar paso a un edificio moderno, de mal gusto,  incompatible con la campiña arequipeña. Al año y pico de haberse entregado la obra, Contraloría detectó que las peceras estaban dañadas, las piletas e infraestructura en mal estado, se habían pagado indebidamente 60,000 soles en postes, un bote se hundió con pasajeros dentro por la instalación inadecuada de columnas de agua, el sistema de control de los génesis estaba malogrado, con  los cables expuestos. Finalmente, señalaron que la obra había sido sobrevaluada.

Alfredo Zegarra ve enemigos entre los opositores

Zegarra volvió a embestir con otra idea aún más disparatada: el Ecoparque Coritos II, en el distrito de Yura, más conocido como el parque de los dinosaurios. Muchos vecinos del lugar viven en condiciones paupérrimas, carecen de agua, desagüe, calles asfaltadas, las escuelas de madera prefabricada estaban en malas condiciones, los pupitres peor aún y algunos niños deben sentarse en sillares, faltan postas médicas o un buen hospital para el  cono norte, etc,  pero Zegarra, tercamente, prefirió tirar la plata en un parque Yurásico repleto de dinosaurios.

De ahí vino otro abominable proyecto que no aportaría nada a la ciudad, solo serviría darles dolores de cabeza a los vecinos: el mal llamado Palacio Metropolitano de Bellas Artes Mario Vargas Llosa, ubicado en terrenos adyacentes a la estación del ferrocarril, también conocido como Patio Puno.  Antes que Zegarra empiece la obra,  la Dirección Descentralizada de Cultura la cuestionó por alterar el ambiente urbano monumental. Haciendo caso omiso, cual caballo desbocado, Zegarra continuó con su obra y culminó instalando un chabacano techo de policarbonato en forma globular que más parecía una nave espacial o un gigantesco marrasquino verde, totalmente discordante con el entorno de una ciudad a la cual UNESCO le dijo el título de Patrimonio Cultural de la Humanidad, por su arquitectura singular y única en el mundo. La Dirección Desconcentrada de Cultura procedió a hacerle un juicio al alcalde para que remueva la horrenda cúpula y se lo ganó, pero hace poco  Zegarra renunció al Municipio Provincial dejándonos a los arequipeños con otro recuerdo de su nefasta gestión como burgomaestre.   Al momento de hacer el  palacio, Zegarra aseguró que serviría para eventos culturales como teatro, ballet, conciertos sinfónicos, muestras pictóricas, etc; en cambio se ha convertido en una mega cantina donde viernes, sábados y, sobre todo, domingos, se expende alcohol y los asistentes salen en estado de ebriedad tras haber escuchado a agrupaciones cumbiamberas. Los moradoress de los barrios adyacentes, hastiados por los ruidos molestos ya que el local carece de mitigación de sonido, llaman a  Serenazgo y ellos afirman que no pueden hacer nada porque el gerente del antro, Cascely Calisaya,  de la empresa Emecsa, cuenta con las respectivas licencias y permisos emitidos por la Municipalidad Provincial, eso quiere decir Zegarra, Pauca y su entorno.  Los arequipeños nos preguntamos: ¿Que diría nuestro nobel, Mario Vargas Llosa, si supiese en qué tipo de chingana se ha convertido el lugar que lleva su nombre?

Zegarra siguió estresando los nervios de los arequipeños con funestas obras como los intercambios viales de Avelino Cáceres, Alcides Carrión y Juan de la Torre, todos ellos mal planeados y peor ejecutados.  El intercambio Juan de la Torre creará daño irreparable a la ciudad, pues infiltrará tremendo caos vehicular al Centro Histórico.  Igual de defectuosas son las obras Av. Dolores, La Salud y Los Inkas.  Si Zegarra quiso realizar una gigantesca una piscina  o un hueco de altísimo riesgo, pues lo consiguió.  El decano del Colegio de Arquitectos encontró 38 observaciones como falta de empalmes con vías auxiliares, carencia de señalización,  alcantarillas mal hechas, la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) ha sido copiada de otro estudio, etc,   y manifestó que subsanar las observaciones tendría un costo de más de 300 mil soles que, por supuesto,  deben salir de los contribuyentes de Arequipa.  Lo mismo pasó con  Andrés Avelino Cáceres, el ovalo de Bomberos y muchos otros proyectos  más.

Más adelante, la ciudadanía  quedó atónita con la noticia que la mafia, Los Malditos de Chumbivilcas,  comerciaba lotes de las municipalidades de Cayma, Yanahuara y Municipio Provincial de Arequipa. En un mega operativo, la Policía y el Ministerio Público detuvieron a 26 miembros entre los que se encontraban funcionarios públicos, dirigentes,  autoridades de varios municipios, jueces, socios de la asociación Jardines de Chachani y miembros de la Municipalidad Provincial. Entre ellos estaba José Luis Cavero Astete, funcionario y amigo de Zegarra.  Existen videos donde se ve a Alfredo Zegarra en  Jardines de Chachani ofreciendo formalizar y entregar títulos de propiedad de terrenos que eran de propiedad privada y él lo sabía.  Sin embargo, Zegarra,  autoriza la expropiación de dichos terrenos y ordena a la subgerencia de Asentamientos Humanos realizar el empadronamiento de los nuevos socios, cometiendo abuso de autoridad e infringiendo la Ley de Predios Invadidos, Nª 29320, que prohíbe expropiaciones de terrenos ocupados. Cuando apresan a José Luis Cavero, él pide que se investigue a Zegarra. Fiscalía solicitó se le levante a Zegarra el secreto bancario y deberá comparecer ante la justicia.  Aun así, con cantidades de juicios pendientes en su contra, Zegarra ha tenido el desparpajo de lanzarse al Gobierno Regional.

Finalizaba el 2017, los arequipeños respiraban tranquilos, pues Zegarra dejaba la alcaldía a mediados del año siguiente, cuando a Zegarra que se le ocurrió otra insensata obra: el Viaducto Salaverry. Como los anteriores proyectos, éste estaba  mal conceptuado, ideado  y era imposible llevarse a cabo.  Zegarra pretendía hacer un túnel de alrededor de un kilómetro de largo en el Malecón Socabaya, con solo un carril de ida y uno de regreso. No existiría un tercer carril de desfogue para que ingresen  ambulancias, bomberos, policías etc, en caso ocurriesen terremotos, incendios, accidentes, por lo cual el túnel se convertía en bomba de tiempo.  Aun así, Zegarra aseveraba que permitiría a los automóviles ir a gran velocidad para desembocar en el barrio de Vallecito, cuyas calles angostas no permiten desfogue alguno de tránsito y el  lugar se convertiría en peor cuello de botella que el que existe en la actualidad.  Para la obra se debía tumbar  centenarios árboles  que junto con los del  Parque de Selva Alegre son los únicos pulmones con que cuenta una ciudad altamente contaminada. La Organización Mundial de la Salud especifica que en una ciudad, como mínimo, deben existir diez árboles por persona y Arequipa no cuenta ni con dos por persona.  Además pretendía hacer una pista pegada al río que es relleno pedregoso, no roca,  a pesar que las riberas del Chili son intangibles. Viendo que el proyecto era riesgoso e inviable, el Colegio de Ingenieros, el Colegio de Arquitectos, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) con el Estudio de Impacto Ambiental (EIA), el Ministerio de Economía y Finanzas, la Dirección de Cultura y los vecinos de María Isabel, Ferroviarios, Vallecito, Los Pinos, Los Álamos, San Isidro, Arboleda,  etc, se resistieron tenazmente a que  se ejecute la obra. El alcalde Zegarra, intentando sorprender a las autoridades y al pueblo arequipeño, creyó hacer una astuta jugarreta acudiendo a la Organización Internacional de las Migraciones (OIM) que como su nombre indica nace para temas de migración, no para encargarse de esta licitación. En vez de trabajar con Contrataciones del Estado, con un presupuesto de alrededor de treinta mil soles, Zegarra decidió trabajar con la OIM y pagarles un millón de soles más un extra, a la firma del contrato, con la empresa ganadora de la buena  pro.  La Organización Internacional de las Migraciones es una entidad controversial que por ser internacional se crea la posibilidad que el Ministerio Público y Contraloría no puedan fiscalizar el dinero que ese organismo recibe, o identificar a los responsables en caso se detecten situaciones ilícitas.  Una vez que el Municipio contrató a la Organización Internacional de las Migraciones, ésta lanzó dos licitaciones, la primera convocatoria fue declarada desierta, la segunda obtuvo un ganador.  Cuando la obra Viaducto Salaverry estaba a punto de iniciarse, el Contralor de la República, Nelson Shack, se enteró de las irregularidades que circundaban al proyecto, la falta de permisos de las entidades arequipeñas y el Organismo Supervisor de Contrataciones del Estado (OSCE) emitió un dictamen  dónde advirtió todas las anomalías, anulando el contrato. 

Como respuesta, Zegarra interpuso una denuncia contra los vecinos. La sucesora de Zegarra, Lilia Pauca, insiste en estos proyectos mal concebidos, por lo que habría que recordarle que el dinero que el gobierno central le asigna a Arequipa no es  plata del gobierno central, sino es dinero de los arequipeños procedente del canon minero por la explotación de nuestros recursos y los impuestos que pagamos con gran esfuerzo, no para que se realicen obras inservibles. En cambio, cabe preguntarse ¿dónde están los 107 millones que no se usaron para el Viaducto Salaverry?  Para suerte de los arequipeños el ex alcalde Zegarra ya renunció al Municipio Provincial y a la señora Pauca le quedan los días contados para que se vaya, de manera que le pedimos no siga insistiendo con proyectos que no tienen los permisos necesarios y son carentes de sentido común.