En varias capitales departamentales en donde ocurrirá la Segunda Elección Regional, se agita el fantasma del voto nulo. La gente, harta de la corrupción y de la ineptitud y mediocridad de varios de los candidatos, está anunciando que va a viciar su voto el 9 de diciembre y eso se está reflejando en algunas encuestas locales. En Tacna, por ejemplo, la intención de voto nulo y blanco habría saltado por encima del 40%, luego que la fiscalía ordenara la detención preliminar del ex alcalde provincial y candidato a gobernador, Luis Torres Robledo y de varios de sus colaboradores, por la presunta comisión de los delitos de colusión, cohecho y organización criminal.[1] Esta detención, como enseñan los entendidos en derecho penal y electoral, no saca de carrera a Torres, aunque sí obrará como un llamado de atención a los electores para que no malgasten sus votos. En la primera vuelta Torres obtuvo el 12.6%[2] de los votos emitidos y su contendor Juan Tonconi Quispe el 13%, es decir, menos de la mitad de los que se necesitaban para ganar la gobernación regional. Pero, el dato importante es que los votos blancos y nulos sumaron el 23% de los votos emitidos.
Pero no es el único caso en que los candidatos de la segunda vuelta están casi empatados y en los que los votos blancos y nulos fueron más. En Cusco, los candidatos obtuvieron el 11.3% y el 11.2% de los votos emitidos, mientras que los blancos y nulos llegaron al 24%; en Madre de Dios los dos primeros candidatos a gobernador obtuvieron el 18.4 y el 16.6% de los emitidos, mientras que nulos y blancos sumaron el 24.7% de los emitidos. Igual porcentaje de blancos y nulos hubo en la primera vuelta en Tumbes, mientras que los primeros candidatos alcanzaron el 18.1 y el 12.7% de los votos emitidos. En Cajamarca, el candidato de Alianza para el Progreso sacó el 17.9% de los votos, mientras que su contendiente de Acción Popular el 16.3% de los emitidos, cuando blancos y nulos sumaron el 23.5%. En Arequipa, mientras los blancos y nulos alcanzaron el 22.3% de los votos emitidos, los candidatos que pasaron a la segunda vuelta apenas lograron el 14.4 y el 10.2%, respectivamente.
Sin embargo, la situación más grave se presentó en Ancash, donde votos blancos y nulos sumaron el 26.6% de los votos emitidos, mientras que los votos sumados de los dos primeros candidatos alcanzaron el 21.7% de los mismos, habida cuenta que el 21% de los electores ni siquiera se presentó a votar. Ese 43% de los electores ancashinos está gritando a todos los candidatos que están hartos de la corrupción y violencia de las mafias como la del ex gobernador regional César Álvarez Aguilar, pero también de la demagogia, la incapacidad y el oportunismo de tipos como su sucesor Waldo Ríos.[3]
Nadie puede pronosticar cuál será el comportamiento de los electores, pues podría aumentar el ausentismo y no necesariamente los que vencieron en la primera vuelta lo harán en la segunda, porque, a veces, la emoción humana termina premiando a los incapaces o a los corruptos encerrados y acusados por la Fiscalía, por creer que son víctimas del Destino. En diez de los quince departamentos que van a la Segunda Vuelta Regional hubo una diferencia menor al 2.5% de los votos válidos entre los dos primeros candidatos. De ahí que, una diferencia diminuta bastará para que alguno de los dos candidatos gane el disputado puesto de gobernador regional. Esa es la aspiración clara de los candidatos de Alianza para el Progreso de Pasco y San Martín o los del Movimiento Musuq Ñan de Ayacucho o del MR Faena de Tumbes que llevaron una clara ventaja en la primera vuelta.
Volviendo al fantasma del voto nulo, hay que tomar en cuenta que colectivos muy activos en varias ciudades están haciendo campaña para que la gente vote en blanco o vicie su voto con la intención del lograr el inalcanzable 66% o dos tercios de los votos emitidos y conseguir que la elección sea anulada. ¿Será esto posible? ¿La anulación implicaría un borrón y cuenta nueva, es decir, que se convoque a nuevas elecciones e inscripción de candidatos?
Para aclarar la duda hay que leer el artículo 184° de la Constitución Política que manda que el JNE declara la nulidad de un proceso electoral “cuando los votos nulos o en blanco, sumados o separadamente, superan los dos tercios del número de votos emitidos”. Por tanto, si bien en ese hipotético caso el JNE tendría que declarar nula la segunda elección, esa declaración no mellaría la legitimidad de la primera elección, por lo que tendría que convocar a una tercera elección entre los dos candidatos más votados de la primera vuelta.
[1] En la lucha contra la corrupción en los gobiernos municipales, el Ministerio Público asestó varios golpes durante este año a bandas organizadas que involucraron directamente a los alcaldes de Santa Rosa, La Victoria y Punta Negra; el año pasado a los de Villa María del Triunfo y varios de provincias; así como también a ex gobernadores del Callao, Pasco y Ucayali. A ellos se agrega el caso de Dante José Mandriotti Castro, candidato ganador de la gobernación del Callao por el Movimiento Por ti Callao, con el 31.6% de los votos válidos, contra quien el Poder Judicial ordenó su captura por el presunto delito de asociación ilícita para delinquir con la banda Los Malditos de Angamos. Se puede ver que en su Hoja de Vida no consignó información sobre su experiencia laboral, su trayectoria política o sus bienes e ingresos.
[2] Todas las cifras de resultados están tomadas del portal electrónico de la Oficina Nacional de Procesos Electorales.
[3] Se puede ver mi artículo “La tragedia de Ancash” en el siguiente enlace: http://www.noticiasser.pe/opinion/la-tragedia-de-ancash