Arequipa en la Bienal Iberoamericana de Diseño en España

Ciudad

Por primera vez, un diseño arequipeño llega a una Bienal Iberoamericana de Diseño. Se trata del logotipo ganador de la Marca Destino Arequipa 2018 creado por Gustavo Alayza y Sandro Tamayo.

El representante de la ciudad blanca es el arquitecto y director de arte publicitario Gustavo Alayza Agostinelli. Él, actualmente labora en la Agencia Brandwald y es docente en Diseño Publicitario.


Recientemente ha participado en la Bienal Iberoamericana de Diseño, BID 18 para este año en Madrid. Fue invitado como cocreador del logotipo Marca Destino Arequipa. El modelo, con mucha carga de identidad y de beneficio social, llegó a obtener el sello de calidad BID y el estatus de finalista en la categoría Diseño gráfico y comunicación visual. Esta es una de las siete categorías que se premian en la BID, donde postularon trabajos seleccionados de 23 países de Iberoamérica. Ahora son parte de un catálogo virtual y una exposición que recorrerá 40 ciudades en los próximos dos años.

SOBRE GUSTAVO ALAYZA

Ha sido Ganador Nacional en Diseño de Producto de Innovación en Gastronomía 2016. Participó como exponente en Mistura y el Corner del Perú en Madrid Fusión 2017. Finalista internacional en Perú Design Net, Organ Donation Poster, Turquía. Poster for Tomorrow, Francia y Festival Internacional de la Imagen FINI, México.

En la actualidad nos comenta que el diseño se encuentra en una nueva etapa en el desarrollo humano. Dice que es el instrumento que, no solo embellece, sino que humaniza y busca la calidad de vida de las personas. Además, ahora viene con una gran dosis de identidad y respeto al medioambiente.

Esto se comprueba en las distintas ramas de este arte, que van desde el diseño gráfico hasta el de espacios o el digital. «Hemos pasado de la era de la información, es decir de acceso a ella y ahora estamos en la era de la transformación, con un innegable ingrediente digital», dice.

Añade que esta disciplina conecta diversas profesiones con el ser humano, para canalizar el conocimiento formal en algo tangible. Que tenga no solo forma atractiva, si no función o utilidad efectiva que resuelva una necesidad real.