No violarás

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En los códigos “caneros”, es decir, en las reglas que los reclusos imponen en las cárceles, el peor delito es la violación; el que menos derechos tiene, entre todos los delincuentes, es el violador. Además del principio moral, esto podría deberse a que, la violación no está “justificada”en ninguna necesidad económica o pecuniaria. Pero, esta escala de valor es la menos común. La violación sexual no es tratada, por la sociedad, como un delito grave, y no lo digo solo por los resultados de la reciente elección regional en Arequipa.

La violación sexual está minimizada, incluso, por los más conocidos códigos morales. En la lista de los 10 mandamientos bíblicos, no figura específicamente como tal; aunque quizás, algunos la podrían ubicar entre “los actos impuros” y el “no matarás”. De igual manera, entre los principios andinos del “no robar”, “no mentir” y “no ser ocioso”, tampoco figura el “no violarás”. Incluso, no existe una palabra en quechua que pueda ser directamente traducida como “violación sexual”.

El término “yoqoy”, curiosamente, es usado tanto para “violar”, como para referirse a relaciones sexuales consentidas. Es así como, entre un candidato acusado por delitos contra el patrimonio y otro acusado de violación sexual, se ha elegido al segundo, aun cuando sobre este también pesan denuncias por corrupción. Es evidente que existen otros factores que explican una elección que hoy muchos lamentan, como la desigualdad y la exclusión. Pero, lamentablemente, en este contexto, la violencia contra la mujer seguirá siendo la última rueda del coche.