A una semana del crimen contra madre e hijo, exesposo sospechoso sigue prófugo

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A la policía le quedan pocas dudas que el culpable del doble homicidio es exesposo y padre de las víctimas. Fredy Ramos Ginez habría intentado violar a la hija de ambos de 17 años. María Elizabeth Maquera (36), su esposa, era constantemente celada y maltratada. Tras las denuncias que ella puso, él tenía restricciones para acercarse a ella y a sus dos hijos. Ahora esta prófugo. Y no hay rastro de él.

Según testigos, él llegó a amenazarla de muerte. No aceptaba que ellos rehicieran su vida sin él. Y cuando se acercaba el momento de firmar el divorcio, prefirió matarla: a ella y su hijo de 13 años.

La otra hija, de 17 años, cree que se salvó de morir porque no estaba en casa ese día. Dice que él la llamó insistentemente para que viniera, lo que hizo que ella duerma en otro lugar. «Te daré dinero», le dijo, pero ella no le creyó, narra entre lágrimas.

Cuando volvió a su casa, en el sector XI de la asociación Bustamante y Rivero, en Cerro Colorado no había naide. Pese a que buscó y preguntó, no halló rastro de su madre y su hermanito menor. LLamó por teléfono a su madre durante horas, hasta que, al día siguiente, puso una denuncia por su desaparición. Unos días después, sus terribles sospechas se confirmaron. Ambos habían sido asfixiados hasta morir y sus cuerpos fueron hallados a un costado de la vía Arequipa -La Joya, en simples costales de mercado. Esos que su madre usaba para trabajar, todos los días, porque eso hacía ella por sus dos hijos.

PLAN FATAL

Los resultados de la autopsia de los restos de María Elizabeth Maquera Maquera (36) y su hijo Kenyo (13), dicen que los asfixiaron. Al no encontrar mayores signos de violencia, los peritos suponen que los asfixiaron mientras dormían. La fecha probable de muerte es la madrugada del lunes 14. A esa hora, los vecinos del lugar aseguran haberlo visto trasladando dos pesados costales en una minivan que le pertenece a su familia. La hija de 17 años no durmió en casa, precisamente por las llamadas que él le hizo antes, según declaró.

Para los familiares de las víctimas, el único sospechoso es su esposo Fredy Ramos Ginez. Madre e hija habían sido agredidas por él y por ello un juez había dictado medidas de protección para la familia, desde el año 2016. Todo indica que él hizo caso omiso de la disposición judicial y continúo hostigando el hogar. Su familia vivía cerca y ellos vivían una pesadilla permanente,

“Tenía copia de la llave y entraba a la casa cuando quería. A veces María se despertaba y lo descubría revisando su celular. Luego fugaba.», cuenta un familiar.

Ahora, la única sobreviviente (Yesenia), a sus 17 años, pide justicia para su madre y hermano. De él solo se sabe que viajó a Puno, pues su ocupación de chofer así lo determinó. No estuvo presente en el velorio ni en el sepelio. Los vecinos creen que su madre y otros familiares lo ayudaron a tratar de esconder el crimen. Pese a que ha pasado una semana del hallazgo de los cadáveres, el sujeto sigue como no habido.