Víctima de feminicidio denunció dos veces a su agresor pero no recibió protección

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Víctor Ángel Quispe Capera, acusado de haber asesinado a su conviviente, Neybet Rivadeneyra Silva, estará recluido en la cárcel mientras se culminan las investigaciones. Se espera que reciba de 20 a 25 años de prisión.

Una mujer muerta y 3 niños huérfanos es el saldo del crimen que Víctor Quispe Capera cometió el 18 de febrero. Neybet Rivadeneyra, de 30 años, era pareja de su asesino, pero la familia estaba resquebrajada por constantes discusiones y violencia física y psicológica. Después de múltiples amenazas de muerte, Víctor, finalmente, estranguló a su conviviente y, pocas horas después, se entregó a la policía.

Este jueves 21 de febrero, la solicitud de la Fiscalía de 9 meses de prisión preventiva contra Quispe Capera fue atendido y acatado. Los familiares de la fallecida exigen que le impongan cadena perpetua al asesino. Las investigaciones iniciarán, pero desde ya se presume que la muerte de Neybet, una vez más, pudo haber sido evitada si las autoridades hubieran actuado con prontitud.

Familiares de la víctima de feminicidio piden justicia, pero nada mitigará su dolor. Foto: El Búho

El camino a la tragedia

Neybet era de Huánuco. Según sus cercanos, Víctor la llevó con engaños de su ciudad natal a Lima, y luego a Arequipa. La mujer tenía un hijo de una anterior relación, y tuvo 2 pequeñas con Víctor. En Lima, Neybet denunció a la comisaría de Carabayllo haber sido maltratada por su pareja. Luego, se mudaron a la Ciudad Blanca.

Ya asentados en la casa del padre de Víctor, en Cerro Colorado, el hombre celaba constantemente a Neybet. La acusaba de serle infiel. La mujer contaba esto a sus vecinas, pero no se hacía nada al respecto. La actitud de Quispe Capera llegó al punto de expulsar varias veces a la madre de sus hijos del hogar. Repetidas disputas y episodios de violencia presenciados por los niños persistieron hasta el fin.

Víctor Quispe admite su crimen en audiencia, pero no quiere ir a la cárcel

Negligencia

El 14 de febrero, Neybet acudió a la comisaría de Cerro Colorado a denunciar maltrato físico y amenazas de muerte de parte de su conviviente. Expresó con claridad que temía por su vida, y pidió protección. La declararon en “riesgo severo” pero, lamentablemente, ahí quedó. Ni el cuerpo policial hizo efectivas las garantías de vida solicitadas, ni el CEM hizo seguimiento a su caso.

Cuatro días después de la denuncia, Víctor mandó a la cancha deportiva cercana al hijo mayor de 12 años de Neybet; y encargó a las niñas de 9 y 5 años comprar un yogurt. Una vez solos, se inició una descontrolada discusión entre los convivientes, hasta que Víctor ahorcó con sus manos a Neybet. Y así acabó con su vida y con la protección materna de sus niños.

En la audiencia, Víctor Quispe reconoció una vez más su crimen pero pidió no ser enviado a la cárcel, “No quiero ser corrompido”, dijo. Su deseo no se concretó y, al salir de la comisaría, los familiares de la víctima lo golpearon e increparon. Su dolor no se mitigará, ni la amargura de saber que Neybet fue asesinada por la persona a la que denunció nada menos que 2 veces.

Momentos en que el juez dicta prisión preventiva para el feminicida