Tú has sido un crítico constante de la gestión cultural en la ciudad. ¿Cómo llegas al
cargo? ¿Confías en que podrás implementar tus ideas?
Durante la campaña electoral se me invita a opinar sobre el futuro plan de gobierno del entonces candidato Omar Candia, sobre el tema cultural específicamente. Asisto a las reuniones de planificación, aportando el eje de cultura en el mencionado plan, y aportando una visión holística de una gestión basada en el enfoque de desarrollo sostenible. Esa visión me parece que le gustó al alcalde y posteriormente me invitó a formar parte de su gestión, con el reto de poner en práctica lo que había propuesto en el plan cultural. Yo tuve que pensar mucho en la decisión, porque eso suponía renunciar a muchas cosas, sobre todo a la distancia crítica. Pero creo
que hay mucho más que hacer desde adentro que desde afuera, por eso estoy aquí.
Ahora estás del otro lado del mostrador, ¿cómo piensas tomar las inevitables críticas?
Como parte del trabajo. Estoy en un terreno donde no habrá consenso, donde las decisiones afectarán a unos y beneficiarán a otros. Lo importante es que los beneficiados sean más.
¿Con qué recursos se hará la gestión cultural del municipio?
Los recursos son exiguos, pero hay que utilizarlos como el agua del náufrago: para subsistir en la gestión. Los fondos para activación se gestionan. Por primera vez en la historia de la municipalidad…
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