La confesión de Miguel Atala

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Por Romina Mella y Gustavo Gorriti.- IDL Reporteros

El viernes 26 de abril pasado, Miguel Atala Herrera confesó a los fiscales del Equipo Especial Lava Jato que actuó como testaferro del expresidente Alan García, para que este reciba un millón 300 mil dólares de Odebrecht, a través de la Banca Privada de Andorra.

Miguel Atala Herrera. Foto: Perú 21

Esta confesión ocurrió después de nueve días de su detención preliminar.

De acuerdo con la confesión de Miguel Atala, hacia fines del año 2007, en el contexto de una reunión “social-empresarial”, el entonces secretario de Palacio de Gobierno, Luis Nava Guibert, le preguntó, a solas, si podía ser apoderado de una empresa offshore en Andorra. “Yo le dije con qué finalidad y él me dijo que era para figurar como apoderado de una empresa offshore y su respectiva cuenta, para recibir dinero. Mi pregunta a Luis Nava Guibert fue si el dinero era legal y me contestó en esa oportunidad que sí, tan es así que me indicó en ese momento que las empresas que me van a depositar son empresas que no tienen que ver con el Estado. El señor Luis Nava Guibert no me indicó en ningún momento la cantidad o montos de dinero que iban a ser depositados en dicha cuenta, me dijo que solamente era una cuenta a lo que le dije que proceda”.

Después de esa reunión, según relató Atala, lo visitó Jorge Barata, entonces superintendente de Odebrecht en el Perú. “Él se presentó a mi casa ubicada en la Avenida Santo Toribio 335, San Isidro. Entiendo que fue de parte del señor Luis Nava Guibert y me confirmó lo relativo a la proposición de Luis Nava Guibert en la reunión social que mencioné, y me dijo que se tenía que abrir una cuenta en un banco y que se tenía que hacer un depósito inicial a la cuenta de dicho banco, ese monto inicial fue de diez mil dólares. Dicha visita fue breve. Tomé nota de lo que me dijo, habiéndome indicado que se trataba de la Banca Privada de Andorra. En buena cuenta me indicó que me estaba recomendando un banco y demás información en general”.

Luis Nava Guibert, y Miguel Atala junto a su esposa en una exposición. (Foto: Revista Lima)

Miguel Atala confirmó que el ejecutivo de la Banca Privada de Andorra designado para hacer los trámites de apertura de cuenta fue Francesc Xavier Pérez. “[…] La persona representante del banco que vino a conocerme fue el señor Francesc Xavier Pérez, a quien contacté o él me contactó, esto no lo recuerdo de manera exacta, indicándome que fue la empresa Odebrecht quien me había recomendado como buen cliente. Incluso para referirme como buen cliente, los de Odebrecht señalaron que como tenía empresas inmobiliarias, yo podía ser un buen cliente para el banco […] Sobre la documentación que firmé, todo el tema documental fue coordinado también con Francesc Xavier Pérez, es probable que todo se haya coordinado por correo electrónico, ya que personalmente solamente lo vi un par de veces”.

Según Atala, durante los meses restantes del 2007 hasta mediados del 2008, no escuchó más detalles sobre la offshore Ammarin Investment, que abrió en la Banca Privada de Andorra.

No fue sino hasta setiembre de 2008, según Atala, que las cosas se tornaron distintas. “Formé parte de una misión de empresarios peruanos para visitar la ciudad de Sao Paulo, concretamente a la FIESP, a fin de realizar una exposición […] es allí donde el grupo de la misión de empresarios coincidió con la misión oficial del entonces Presidente de la República, el señor Alan García Pérez […] Tal evento también contó con la visita del entonces Presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva. Ambos presidentes tuvieron un discurso en dicha feria. En ese contexto es que me encuentro con Luis Nava Guibert, y en un momento a solas me indicó que el dinero de la cuenta offshore de la que me había solicitado sea apoderado, tiempo atrás, era en realidad del señor Alan García Pérez, a lo que sencillamente asentí”.

“Hasta ese momento yo sabía que en dicha cuenta existía a esa fecha un monto aproximado de 1 millón 312 mil dólares americanos, y también ya conocía qué empresas habían realizado dicho depósito, ya que en diversas ocasiones pude verificar los estados de dicha cuenta, habiendo advertido hasta ese entonces que existían unas cinco o seis entradas de dinero a esa cuenta, por el monto aproximado que acabo de indicar (…)”.

Atala precisó que “inicialmente cuando Luis Nava Guibert me pide que sea apoderado de una cuenta offshore en la Banca Privada de Andorra, en el año 2007, acepté de buena fe porque Luis Nava Guibert y yo teníamos una buena relación desde aproximadamente el año 2001, a quien conocí por medio de un amigo de juventud llamado Óscar Morales, no recuerdo su otro apellido, pero fue un abogado laboralista del sindicato de nuestra fábrica familiar, que en ese entonces se llamaba CITSA; motivo por el cual confiaba en la honestidad de Luis Nava”.

“En ese sentido, en un primer momento me imaginé que me estaba pidiendo ese favor de ser apoderado de una cuenta porque quería recibir dinero de pagos de consultorías y que no querían que figuren formalmente como su ingreso propio.Como ya lo indiqué, es recién en el año 2008 que tomo conocimiento que el beneficiario real del dinero era el señor Alan García Pérez por referencia del mismo Luis Nava Guibert […]”.

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