Un equipo de investigadoras de la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de San Agustín (Unsa) mostró una forma innovadora y práctica para incentivar en los estudiantes de primaria el gusto por la investigación. La idea es hacerlo a través del uso de las Loncheritas Científicas BEME.
Estas innovadoras loncheritas buscan favorecer el desarrollo de habilidades, actitudes y razonamiento científico en los estudiantes. Específicamente, los del cuarto grado de educación primaria de las instituciones educativas públicas del distrito de Alto Selva Alegre.
Las doctoras Betsy Cisneros Chávez y Melina Alejandro Oviedo, presentaron los resultados de este proyecto de investigación, aplicado en una población de 343 estudiantes y 16 profesores.
Los niños que formaron parte de este proyecto pudieron interactuar con las cajas de madera (loncheritas científicas). Estas contienen instrumental de laboratorio básico, reactivos y materiales de experimentación para Ciencia y Ambiente.
Mediante las “loncheritas científicas” se genera un espacio de aprendizaje, ya que el estudiante interactúa con la ciencia. Además, despierta su interés y curiosidad por la investigación científica. También contribuye al desarrollo de habilidades, actitudes y razonamiento científico.
En que consiste el método BEME
El método BEME (Búsqueda de la información, Experimentación, Medición de los resultados y Explicación científica) encuentra su fortaleza en la experimentación con procedimientos científicos.
Estas dan respuesta a las dudas e interrogantes que los estudiantes presentan por su edad y curiosidad. Gracias a que desarrollan contenidos abstractos de Ciencia y Ambiente al plasmarlos en forma práctica. Esto les permite resolver problemas de su contexto social.
Las investigadoras explicaron que la formación científica del niño debe estar orientada principalmente al desarrollo de las habilidades, actitudes y razonamiento científico. Igualmente a fomentar el espíritu de investigación, aprovechando la curiosidad y la tendencia al juego.
En la mayoría de las instituciones educativas la enseñanza del área Ciencia y Ambiente se reduce a que el docente explica lo que ocurre en el mundo natural. Su metodología es a través de situaciones abstractas y representativas.
Consecuencia de ello, la mayoría de estas situaciones quedan en el olvido. Es decir, sin asidero en las estructuras mentales del niño. Consecuencia de ello, no se logra desarrollar las competencias esperadas.
Con este proyecto se propicia el desarrollo de las habilidades, actitudes y razonamiento científico a través de la experiencia vivencial. El proyecto ha sido presentado a diversas instituciones. Como resultado, el Ministerio de Educación ha mostrado su satisfacción por los logros obtenidos asimismo el producto fue patentado ante el Indecopi.
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