La semana pasada, un puma andino que merodeaba por calles de Cerro Colorado fue abatido por la Policía. El animal, que es una especie en peligro de extinción, no representaba en ese momento peligro inminente para nadie, según ha informado Serfor, cuyo personal se encontraba en el lugar cuando el felino recibió un disparo en el corazón. En las redes, son mucho más las personas que lamentan lo sucedido y critican a las autoridades por incompetentes, que las que defiende este accionar. Lamentablemente, aunque existe mucha gente que hubiera estado dispuesta a defenderlo, “Puma” tuvo el infortunio de cruzarse con uno de esos que menosprecian la vida de los animales. Por desgracia, nos son pocas las personas que piensan así y la terrible historia podría repetirse, debido al proceso eruptivo del Ubinas.
La situación en las zonas aledañas al volcán moqueguano es dramática no solo para las personas. Las familias no cuentan con recursos suficientes para protegerse a sí mismas, a sus cultivos y a su ganado de las cenizas que emana el macizo. Los que son evacuados tienen que hacerlo dejando todo atrás, incluidos sus animales. En este panorama, la fauna silvestre corre peligro. Por falta de pastizales y asustados por las explosiones, las especies se trasladarán en busca de una zona segura donde poder alimentarse. En ese camino, es probable que alpacas, pumas y otros especímenes se acerquen a poblados cercanos. Allí, estarán a merced de las personas, sus temores, su falta de información o su maldad. Desgraciadamente, en esta crisis, son ellos los que menos importan a las autoridades.
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