Alentado por la empresa minera Southern y los espacios en medios de comunicación que se le abren con este discurso; el vicegobernador Walter Gutiérrez Cueva, otra vez, se ha puesto en contra del gobernador Elmer Cáceres Llica.
No lo estaba cuando lo convocó para ser su candidato principal; y. con ayuda de esos votos, puedan llegar, él y su hija, a dos importantes cargos en el Gobierno Regional de Arequipa. Luego se distanció al no ser tomado en cuenta para las designaciones de cargos; es decir, no lo llamaron para la repartija.
Al pedir su pedazo de la torta, de manera airada, el gobernador lo mandó a cambiarse, por lo que Gutiérrez decidió denunciarlo por difamación; todo con la esperanza de lograr su vacancia en el cargo y, así, poder asumir la gobernatura. Como eso no parece que vaya a prosperar, decidió amistarse con Cáceres Llica, previa participación en la designación de puestos, lo que ocurrió al menos en una gerencia (Desarrollo Social), a su exigencia; y como no pudo continuar con la colocación de sus allegados, se ha vuelto a distanciar del gobernador.
Ahora dice estar a favor de las inversiones, como el caso Tía María y critica a Cáceres por supuestamente actuar con fines políticos en este sensible caso, buscando un liderazgo en el Sur con la bandera de la oposición a la minería. Obviamente el actuar de un político, siempre tiene fines políticos, o dejaría de ser político; lo que no se puede admitir, en cambio, es que -como en el caso de Gutiérrez- se use la política con fines personales para enriquecimiento o aprovechamiento de prebendas, sin ningún fin colectivo, político o no.
Así que, más allá de los desaciertos de Cáceres Llica, en el caso de Gutiérrez se puede decir con certeza que, de prosperar una vacancia en el GRA, iríamos de Guatemala a Guatepeor.
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(De Guatemala a Guatepeor)