Tras la disolución del Congreso dispuesta por el presidente Martín Vizcarra, la resistencia del fujimorismo llevó a Mercedes Aráoz a jurar como presidenta interina, en medio de los aplausos de esa bancada que mostró la peor de sus facetas en esas horas decisivas.
A pesar que hay quienes creen que la medida no es Constitucional, la calle ha mostrado su respaldo a Vizcarra.
Ahora todo parece indicar que será el Tribunal Constitucional (TC) el que, en última instancia, decida sobre esta crisis que llevó al país a tener dos presidentes por un día. Ahí se jugarán su última carta.
Los exparlamentarios de la oposición, ensayan diversas reacciones, entre ellas, viajes apresurados a otras latitudes. Denuncias y pedidos para intervenciones internacionales y una negación del desenlace de la crisis política generada por el propio Legislativo
La inminente confesión del exjefe de Odebrecht, Jorge Barata, sobre el nombre real de los 71 “codinomes”, tiene nervioso a más de uno. El fiscal José Domingo Pérez interrogará hoy al mandamás de Odebrecht, en Brasil, por las coimas que ascienden a 59 millones de dólares entregados entre el 2006 y el 2011.
Mientras en Perú, la calle se vuelve impaciente y la tensión sigue subiendo, el fujimorismo pretende hacer válido el nombramiento de Gonzalo Ortiz de Zeballos, primo de Pedro Olaechea. Como se sabe, la votación que lo nombra ocurrió el mismo 30 de setiembre, luego que el premier Salvador del Solar planteara la cuestión de confianza. Posteriormente, el presidente Vizcarra disolvió el Congreso.
Otro sector rechaza esta designación, pues el deseo mayoritario es que no se trunque la lucha contra la corrupción. Y la pregunta ahora es ¿qué hará en esta hora crucial el TC?
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