Chile está sangrando. Oficialmente se han registrado 18 muertos, incluyendo la de un pequeño niño de tan solo 4 años, quien fue atropellado junto a los manifestantes por un imprudente que se encontraba en estado etílico y al volante en la comuna de San Pedro de la Paz, en la región del Bío Bío.
El mismo Rodrigo Ubilla, subsecretario del Interior, confirmó el asesinato por parte de la policía solo de una de las 18 muertes, mientras que el Presidente de Chile y su primera dama piden perdón ante una cámara. Los manifestantes denuncian fuertes represalias que están aplicando los policías en su contra.
Disparos a quema ropa, detenciones arbitrarias, desparecidos, violaciones a los derechos humanos. La fuerza de la manifestación no ha disminuido, jóvenes estudiantes, amas de casa, profesores, periodistas, están siendo masacrados a diario. No piensan repetir la historia silenciosa de la dictadura de Pinochet
Este es el reporte oficial de la Comisión Nacional de Derechos Humanos hasta esta mañana:
Finalmente, no se sabe cuándo amainará el clima crispado que mantiene a los ciudadanos chilenos en las calles. El gobierno, entre tanto, debe frenar los abusos contra quienes exigen sus derechos.
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