Con innecesaria agresividad se expresa en los últimos tiempos al gobernador regional, Elmer Cáceres Llica. Y no solamente a través de las confusas cuentas de redes sociales que un día le pertenecen y otro no, sino en sus declaraciones a la prensa limeño. Este jueves, por ejemplo, luego de salir de la reunión que sostuvo el presidente Vizcarra con los gobernadores regionales, despotricó contra él. Volvió a señalar que era un gobierno dictatorial y lo llamó mentiroso; sin embargo, había estado sentado en la misma mesa y no le dijo nada en persona.
“Creemos que el presidente ha debido conversar. Se comprometió a viajar (a Cocachacra) y no lo ha hecho. Son 108 días de huelga de este pueblo que está reclamando. Dicen que va a ir una comisión pero hay un doble discurso, porque, por una parte, le dan licencia de construcción y, por otro, mandan una comisión”.
Elmer Cáceres Llica, gobernador regional
Más allá del tema Tía María, el afán por confrontar con el presidente Vizcarra, parece un mal negocio político considerando sus niveles de aprobación y los del primer mandatario. Tal parece que ciertas asesorías, cercanas al fujimorismo y, por tanto, contrarias al presidente, estarían influyendo en ese discurso.
Comenzando con la inclusión de alguien tan cuestionado como Edgar Alarcón, su entorno no parece sumarle nada a su imagen.