El informe concluye también que el fatídico 14 de noviembre, la policía disparó 10 proyectiles de perdigones y 15 disparos de gases lacrimógenos por minuto. Un disparo cada dos segundos.
Una decena de familias incluyendo a las de Inti y Bryan, continúan buscando justicia. Familiares denuncian que la utilización de balas de metal y la cantidad de bombas lacrimógenas lanzadas a corta distancia han lisiado de por vida a sus familiares.