"Han llevado su cine hacia un camino distinto. Han razonado acerca de la soledad, el aislamiento y el sufrimiento de las comunidades campesinas (retratadas en la frágil Yana-Wara) y han encontrado reveladoras concomitancias con la tragedia griega y con el cine de horror japonés".
La promesa cinematográfica nacional falleció inopinadamente, dejando una estela de duelo y pesar entre sus paisanos y la comunidad cinematográfica del Perú