"Desde el contundente y sereno “Tom Violence” (un homenaje a Tom Verlaine), hasta el pop rugiente de “Bubblegum”, pasando por viajes sombríos como “Marilyn Moore” o “Death To Our Friends” llevan la impronta de la banda, ese sello que, un par de discos después, con los monumentales lanzamientos “Sister”, un año después y “Daydream Nation”, en 1988, llevaría a Sonic Youth hacia el cielo de la inmortalidad".