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Con excepción de Mar de Copas y Carlos Alcántara quienes, aunque reiterados, brindan un buen espectáculo, las atracciones y actividades de la Feria Internacional de Arequipa (FIA) son francamente prescindibles. Traer al elenco de “Al fondo hay sitio”, al “Juan Gabriel peruano” y el “Expo tuning Bikin contest” (what?), francamente es un desprecio a los artistas locales y al público arequipeño. Lo que es yo, como ya vi muchas veces a los dos primeros, no posaré un pie en aquel campo ferial, donde sólo llegar y salir de allí, ya representa un calvario.
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Ahora, el Jardín de la Cerveza, que no es lo mismo que la FIA, ha ido perdiendo espectacularidad, en la medida que Backus le va restando importancia a la marca Arequipeña, pero este año ha cumplido con el buen gusto trayendo a UB40. Va el día 18.
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Los otrora activos centros culturales binacionales que en un momento contribuyeron al resurgimiento de la actividad cultural en la ciudad, han caído en la medianía, por no decir mediocridad. Tanto el Cultural, como la Alianza Francesa y el Peruano Alemán, parecieran guiados por la angurria económica, como cualquier mall. Las excepciones por calidad son pocas, y los desatinos muchos. Lo único que elevan siempre es el monto de las pensiones de enseñanza de sus respectivos idiomas.
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En medio de lágrimas y aplausos dejó el cargo de Director Regional de Cultura, Franz Grupp, quien fue la única autoridad que, cumpliendo su deber, enfrentó al alcalde Zegarra y su arbitraria forma de disponer de los bienes de la ciudad, sin el menor respeto por el patrimonio cultural. Otros llamados a esta tarea decidieron callar y “evitarse problemas”. Asumió el encargo la joven pero entusiasta Julia Barreda a quien desde ya le aconsejamos comprarse guantes de amianto, por todas las papas calientes que le esperan.
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Sin desmerecer a Julia Barreda, francamente debo decir que sospecho que en esa elección hubo mucha mezquindad o una mano negra y bigotuda que impidió la designación de Ángela Delgado, quien era la primera opción para el cargo. Más allá de que su “extrema sinceridad” si eso es posible puede gustarle o no a la gente, tirios y troyanos reconocen su experiencia e idoneidad para un cargo de esa naturaleza. ¿A qué le temen sus detractores?, ¿acaso pueden decir en voz alta la excusa que seguramente pusieron ante el ministro Luis Peirano?
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A propósito de Ángela Delgado, “fuentes confiables al interior del Poder Judicial”, confiaron a este pechito que ella ganó en instancia definitiva el juicio que le entabló al Cultural Peruano Norteamericano por su despido injustificado del cargo de Directora de Cultura, en cuyo desempeño fue muy elogiada en su momento. “Ahura pue”, diría mi abuelo al ver la cara de los directivos de este Instituto. Según otro chismecito, la past presidenta, María Elena Corzo, fue la artífice de ese y otros cambios perjudiciales para el Cultural. “Su desatino y figuretismo no conocen de límites”, sentenció nuestra fuente.
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¿Qué pasó con nuestro conductor de televisión “favorito”, Marco Antonio Apaza? Ya no aparece en las pantallas de Viva TV. ¿Será que los televidentes tendremos que “soportar” su ausencia mucho tiempo?
